¿Qué es lo que la Biblia dice sobre la educación financiera?
Todo en la vida requiere organización. Ya sea en casa, la familia o el trabajo. Con la vida económica no es diferente. Es fundamental que haya, por lo menos, una organización mínima. La disciplina del orden, no obstante, al principio le da al ser humano cierta incomodidad.
Es de la naturaleza humana tener la predisposición de tomar actitudes sin pensar, principalmente cuando se habla al respecto de la vida financiera. Es muy común encontrar personas, en su círculo social, que gastan mucho más de lo que reciben. ¿Y el resultado? Una nueva ola de personas endeudadas, en círculos viciosos y sin perspectivas de cómo salir del crédito rotativo de la tarjeta de crédito, del límite del sobregiro y de las cuentas retrasadas.
¿Y qué es lo que la Biblia enseña al respecto?
Mientras estaba en la tierra, el Señor Jesús dejó una enseñanza muy valiosa:
“Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?” (Lucas 14:28)
De acuerdo con el obispo Edson Costa, la falta de raciocinio de las personas las termina llevando al fondo del pozo.
“Las deudas provienen de tres fuentes: o la persona gastó más de lo que ganó, o hizo una mala inversión y terminó heredando una deuda, o le prestó su nombre a alguien. De cualquier manera, fue impulsada por el corazón y no calculó lo que estaba haciendo”, destacó.
Para el obispo, el hecho de comprar sin antes saber si tendrá las condiciones para pagar, caracteriza una fe irresponsable y que no toma en consideración la enseñanza que Jesús dejó.
Y agregó: “La persona necesita saber distinguir entre fe e irresponsabilidad, con lo que ven en sus manos. No gaste más de lo que gana, pues esta es la receta para la derrota. Esas son palabras del Señor Jesús para no dar un paso más grande de lo que la pierna es capaz de hacer y seamos avergonzados”, alerta.
En el libro de Juan, capítulo 6, donde está descrita la parábola de los cinco panes y los dos peces, el Señor Jesús también enseñó la importancia de ahorrar, cuando mandó a los discípulos para guardar lo que sobró, de los panes y de los peces, en doce cestas llenas.
“¿Por qué Él tenía que preocuparse con lo que estaba sobrando, si Él podría multiplicar a la hora que quisiera? Ahí, era el Creador enseñándole a la criatura que todo tiene su tiempo determinado. Hay tiempo para sembrar y hay tiempo para cosechar, hay tiempo para gastar y hay tiempo para ahorrar”, enseñó el obispo Edson.
Para tener más enseñanzas con respecto a la vida financiera, participe todos los lunes en el Congreso para el Éxito, en el Templo de los Milagros, Av. Revolución, núm. 253, Col. Tacubaya. O bien, participe en la Universal más cercana a su domicilio. Los horarios son 7:30 a. m., 10 a. m., 12 p. m., 4 p. m., y, especialmente, 7 p. m.
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