¿Por qué tu mente puede compararse con el timón de un barco?

La importancia de filtrar los pensamientos para tener la victoria en lo que haces

Tal vez, tu mente está ocupada todo el tiempo con malos pensamientos. Recuerdos de lo malo que te hicieron o que le hiciste a otra persona. Sentimientos de ansiedad, depresión, envidia, dolor, preocupación.

Es por esta razón, también, que muchas personas caen en los vicios. Los usan como una válvula de escape para los problemas.

Una mejor alternativa

Pero en la Biblia está escrito: «Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos —declara el Señor. Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos» (Isaías 55:8-9).

«Las personas quieren huir de sí mismas. Quieren huir de esas sensaciones malas que vienen de estos pensamientos negativos y que están bombardeándolas todo el tiempo. Cuando decimos que el vicio es un espíritu, es porque comienza justo en el nivel espiritual, que es la mente. La mente de la persona es bombardeada por tantos pensamientos malos y destructivos que ella prefiere un hábito que la mata lentamente [como la bebida, las drogas, la pornografía]. Que quedarse con los malos sentimientos que esos pensamientos traen», explica el obispo Renato Cardoso.

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Tus pensamientos conducen tu vida

La rueda del timón es, en la náutica, el nombre que recibe el aparato que permite gobernar una embarcación. Y que utiliza el timón para cambiar el rumbo del barco. Así también son los pensamientos, pues son ellos los que nos conducirán para bien o para mal.

«Cuando la Palabra de Dios nos llama a tener la mente de Cristo, ¿qué nos propone Dios? Justamente nos está proponiendo que elevemos nuestra vida mental, que salgamos de abajo, que dejemos esos malos pensamientos que son producidos por todo tipo de información que es traída a nuestra cabeza, para estar mucho más altos que las personas de este mundo», señala el obispo.

Piénsalo un poco

Por lo tanto, haz la reflexión: ¿qué está pensando el Señor Jesús ahora? ¿Qué tal si le preguntas eso?

Puedes encontrar los pensamientos de Dios en la Biblia. En lugar de despertar mirando los mensajes en tu teléfono, las malas noticias, abre tu Biblia y medita en ella. Comienza tu día poniendo tu mente en las cosas de arriba.

Medita en: Antes de las consecuencias del pecado, la culpa se presenta con fuerza