¿Pensamientos de duda después del bautismo con el Espíritu Santo?

El Ayuno de Daniel llegó a su fin, y muchas personas conquistaron lo que más deseaban y lucharon durante 21 días para tener el bautismo con el Espíritu Santo. Recibieron, como el mayor presente, la certeza de que el propio Dios habita dentro de sus cuerpos y mente.

Pero si la lucha fue grande para conquistarlo, será mucho más para mantenerlo. Entienda que el diablo tiene como meta impedir que usted Lo tenga, que se libere, cambie de vida e intentará de todo para que usted no sea salvo (a).

Y el arma principal utilizada por él son los pensamientos de duda sobre el bautismo: “Creo que usted no fue bautizada, solo fue una emoción”, “Usted quiere engañar a las personas, exhibirse”, “¿Vio cómo usted se enojó y le gritó a esa persona? ¿Qué clase de Espíritu Santo es ese?” Estos surgen en su mente en cada instante. Al mismo tiempo en que cree en su experiencia con Dios, esos pensamientos no le dejan en paz y le hacen cuestionar su bautismo.

Aquí viene una buena noticia: es normal que usted, que está buscando o es recién bautizado (a) con el Espíritu Santo, sea bombardeado (a) por esos pensamientos. “Muchas personas no se dan cuenda de que el diablo intentará de todo para sacar eso de ellas y se desestabilizan con los pensamientos de duda que él arroja. Él los trae, pero usted es quien decide si va a dejar que él entre y se quede”, revela la escritora Nanda Bezerra.

Nanda explica que, al recibir el bautismo, la persona es como un bebé espiritual: su naturaleza no es más la misma, hubo una transformación, pero mucha cosas sucederán con el tiempo. “El diablo siempre usa nuestros deslices y debilidades para acusarnos, pero conforme usted crece en la fe, se vuelve más fuerte, usted vence cosas que antes no lograba hacer. Nunca será perfecto (a), pero Dios siempre estará trabajando en usted”, dijo.

Para ayudarle a distinguir entre la voz de Dios y la del diablo, Nanda da un consejo: si la idea le provoca duda, le hace mirar atrás, hacia sus errores, le acusa o le desanima, puede estar seguro, es la voz del mal. “Dios nunca le traerá dudas”. Cuando Él reprende puede doler en el momento, como un padre que le da una palmada al hijo, pero eso no lo derriba. Su voz lo levanta, lo hace mirar hacia adelante. Entienda eso, sea fuerte, madure y sea la persona que Dios quiere que usted sea”, aconseja.

Fortalezca su fe en las reuniones de miércoles y domingo que se realizan todas los centros de Ayuda Universal. Encuentre la dirección del templo más cercano a su domicilio aquí.