«Pasaba días drogándome y sin volver a casa» 

«Era adolescente cuando me involucré con amigos que se drogaban; cuando me percaté, ya tenía el vicio de la cocaína, el crack y la marihuana. Consumía casi diario, me quedaba por días en la calle, sin bañarme, como si fuera un mendigo. Estuve así varios años, perdí buenos empleos y tenía depresión. Vivía con mi padre y, al volver a la casa de mi mamá, traté de esconderle mi realidad, pero ella se dio cuenta. Aunque al principio me juzgaba, optó por buscar la ayuda de Dios para que yo saliera de ese mundo. Ella usó su fe y cambió su actitud hacia mí. 

Depresivo, traté de quitarme la vida como 4 o 5 veces y, la última vez, mi mamá me encontró en el piso y me llevó al hospital; fue ahí en donde le dije a Dios: “ya no quiero esta vida, ayúdame». Mi abuela y mi mamá siempre me invitaban a la Universal, así que empecé a ir.  Todo fue una decisión: me entregué a Dios al 100 % y pude dejar los vicios. Tener un encuentro con el Señor es no rendirse delante de una situación, pues con Él somos vencedores. Ya no tengo tristeza ni depresión; sí se puede cambiar de vida, yo lo logré gracias al Espíritu Santo.» -Lucio Diaz

Cura de los vicios

Esta reunión es especial para cualquier persona que esté atravesando un problema de adicciones: alcohol, cigarro, pornografía, juegos de azar, internet, videojuegos, compras compulsivas, trastornos alimenticios, etc.

Pero también este método es para un familiar o amigo dispuesto a extenderle la mano a un ser querido para que sea libre de su adicción.

Te invitamos a que participes en la Cura de los Vicios los domingos a las 4 p. m. en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya.

En las sedes estatales, el horario es a las 3 p. m. Solicita más información en nuestra agenda de direcciones.