No se acomode

Dios solo puede actuar en su vida por medio de sus virtudes

Dios no actúa en la vida de quien se acomoda. Aunque la persona necesita un milagro, mientras no haga su parte, la mano del Señor no vendrá a su favor, aunque esté dentro de una iglesia.

La Biblia relata un sinnúmero de experiencias de hombres que solo contemplaron las maravillas del Altísimo cuando se dispusieron a obedecer Su Voz. Un ejemplo fue Gedeón, que escuchó al Señor: “ve que yo estoy contigo” (lea Jueces 6:14). Él también habló con la mujer adúltera: “vete y no peques más”. Dios siempre dice: “ve” y quien obedece, ve Sus maravillas.

Por otro lado, el diablo trabaja con otra palabra: el quédese. Él siempre quiere mantener a la persona detenida, sin actitud, estancada en su vida financiera, por ejemplo.

Y por no escuchar la voz de Dios —la que le hará ser una maravilla—, “usted se queda dentro de la Iglesia, aplaudiendo el testimonio de los demás”, dijo el obispo Allan Sena.

Liberación de la esclavitud

Fue a causa de la comodidad que la situación del pueblo de Israel permaneció siendo la misma. De generación en generación, iban muriendo en la miseria, porque se acostumbraron. “Su situación solo va a cambiar si tiene indignación, odio de ella. Y usted no puede estar esperando algo de Dios, ¡tiene que actuar!”, orientó el obispo.

“Ahora pues, ven y te enviaré a faraón, para que saques a Mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto” (Éxodo 3:10).

Después de obedecer el llamado del Altísimo, Moisés empezó a ver Su acción en Israel.

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