«Necesitaba pastillas de por vida, pero no tenía para comprarlas»

«Me diagnosticaron un soplo en el corazón y debían operarme de inmediato, ya que, de no hacerlo, en cualquier momento un coágulo podría bloquear una arteria y provocarme un derrame cerebral, un paro cardiaco o una parálisis facial. Además, tenía que tomar unas pastillas de por vida.

Sin embargo, esa no era la única situación que parecía imposible de resolver. Después de separarme de mi expareja, me derrumbé emocionalmente: nada me interesaba, ni siquiera mis hijos. No podía cuidarlos ni darles de comer. Entre la enfermedad, la tristeza y la falta de recursos, prefería dormir para evadir la realidad.

Cuando llegué a la Universal, no comprendía mucho, pero con el tiempo entendí que el Espíritu Santo era esencial para que mi vida cambiara. Por eso, dejé de hacer las cosas a mi manera y comencé a seguir Su Palabra. Me dolió soltar el pasado, pero la Presencia del Señor me transformó por completo: desaparecieron la tristeza, las preocupaciones y las inseguridades. Ahora tengo la certeza de que Él está conmigo.

Por la fe, el Altísimo restauró mi salud y mi economía: ya no necesito tomar las pastillas, tengo un hogar propio y mis hijos están bien. El secreto está en ser sinceros y obedientes conforme a Su Palabra.» -Margarita Jiménez 

Casos Imposibles

¿Tienes una causa en la justicia sin solución? ¿Te han dicho que para tu situación no hay salida? ¿Los problemas que te rodean parecen imposibles de vencer?

Entonces, participa todos los sábados en la reunión del Ayuno de los Casos Imposibles. Te esperamos, especialmente a las 7:30 a. m., en el Templo de los Milagros, ubicado en Avenida Revolución núm. 253, col. Tacubaya, en la Ciudad de México. O en la Universal más cercana a tu domicilio.

(*) La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, sin demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO.