«Me dolían las articulaciones, y no había remedio» 

«Lo que tenía era poliartropatía inflamatoria, una enfermedad autoinmune. Todos los días me dolían las articulaciones, pero lo difícil no fue eso, sino escuchar en las consultas que se trata de algo que no tiene cura. Además, me detectaron un quiste en cada riñón. 

Sin embargo, cuando me dijeron eso me indigné, pues ya conocía de la fe y del poder del Dios vivo, fue que comencé a perseverar en las reuniones y propósitos de los Casos Imposibles. Es de ese modo que Dios me sanó: desde hace 3 años me hicieron los estudios y todos dieron negativo para los dos padecimientos. 

Pero los milagros no terminan ahí. Mi hijo ya había terminado su carrera, pero pasó alrededor de 5 meses sin empleo. Permaneciendo en este camino con Dios, Él le abrió las puertas, encontró trabajo y también se cumplió su sueño de dar clases en la Universidad. 

Para el Señor no hay imposibles, cuando un confía en Su Palabra y actúa con fe, Él resuelve toda situación. Por eso si estás leyendo mi historia, te invito a participar en esta reunión; Dios es muy grande, Su Espíritu nos fortalece y nos ayuda a vencer toda adversidad.» -Juana Monroy 

Casos Imposibles

¿Tienes una causa en la justicia sin solución? ¿Te han dicho que para tu situación no hay salida? ¿Los problemas que te rodean parecen imposibles de vencer? 

Entonces, participa todos los sábados en la reunión del Ayuno de los Casos Imposibles. Te esperamos en la Universal más cercana a tu domicilio. 

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