La verdad detrás de los desmayos constantes

Si bien para la ciencia, las causas de los desmayos pueden variar, una de las principales razones por las que se originan es por falta de oxigenación en el cerebro o debido a que la presión de la sangre baja; aunque para dar con la raíz del problema se deben realizar diversos estudios médicos.

No obstante, el Obispo Edir Macedo explica que “una característica de una persona que está siendo atormentada por los espíritus malignos son los desmayos constantes, además de las náuseas y los mareos. Eso ha sucedido con millares y millares de personas en todo el mundo. Existen incluso algunos espíritus especialistas en desmayos o ataques de epilepsia. Muchos de los que sufrían epilepsia, al llegar a nuestras reuniones fueron sanados por la fe después de que ese espíritu saliera de sus cuerpos”

La Palabra de Dios menciona como Jesús, al sanar a un muchacho que sufría epilepsia, reprendió al demonio y este salió de él (lee Mateo 17:14.18).

¿Ves como no tienes por qué ser víctima de estas enfermedades? Si tú o algún familiar o conocido sufre este tipo de ataques, los viernes en todos los Centros de Ayuda Universal tenemos la cura para aquellos que usan la fe.

Ven, te esperamos con los brazos abiertos.

“Gasté 450 mil pesos con los brujos”

Ana María Rodríguez

“Mi devoción a la muerte duró 20 años. Tanto mi esposo y yo le prendíamos veladoras, le poníamos flores, no le faltaba nada. Pero los dos nos íbamos cada vez más abajo. Desde que tengo uso de razón siempre estaba enferma, decían que la muerte me sanaría, pero nunca lo hizo.

Me dio diabetes, hipertensión, sarna, un infarto y, después, me diagnosticaron cáncer terminal en la garganta. Me salieron llagas en la boca, despedía líquido y mal olor, por eso siempre traía un trapo en la boca.

En mi desesperación, les pedí ayuda a los brujos. En total gasté con ellos alrededor de 450 mil pesos. Pero mi vida se perjudicó en vano.

Pero, un día llegué a la Universal con dos bosas de medicinas y le clamé al Señor que me sanara. ¡Él me respondió!

Tiempo después, ya no traía el trapo, podía hablar bien y ya no destilaba líquidos. Ahora, estoy completamente sana”.

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