JESÚS FUE OPRIMIDO Y AFLIGIDO, PERO NO ABRIÓ SU BOCA PARA RECLAMAR Y LAMENTARSE…
Mas ÉL fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre ÉL, y por SUS heridas hemos sido sanados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, nos apartamos cada cual por su camino; pero el Señor hizo que cayera sobre Él la iniquidad de todos nosotros. Fue oprimido y afligido, pero no abrió SU boca; como cordero que es llevado al matadero, y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda, no abrió ÉL SU boca.
Isaías 53:5-7
Extraído del blog del Obispo Macedo
Medita también en este mensaje: ¿POR QUÉ DIOS NO ME HA HONRADO CON EL ESPÍRITU SANTO?
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