Infortunio de los hermanos
«No te alegres en el día de tu hermano, en el día de su exterminio; no te alegres de los hijos de Judá en el día de su destrucción; sí, no te jactes en el día de su angustia» (Abdías 1:12).
Muchos han pasado aflicciones, incluso los cristianos, sin embargo, no nos alegramos por eso, por el contrario, oramos para que ellos se enmienden con Dios, abandonando lo que les impide ser bendecidos y venzan al mal.
Por Ester Bezerra
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