«Fui humillada y agredida; creí que no tenía valor»
«Experimenté en carne propia, durante años, la agresión verbal, física, humillaciones, infidelidades y el alcoholismo de mi expareja. Me volví muy insegura y no me valoraba; era un verdadero infierno. El padre de mis hijos no me ayudaba e incluso, yo perdí mi voluntad propia, no me sentía capaz de tomar decisiones. Un día mi hijo tuvo un accidente y empezó con convulsiones; para mí fue difícil, pues estaba sola. En medio a mi depresión, no fue sencillo hallar una salida y ya no podía más.
Una compañera me habló de la Universal y desde que entré a ese lugar percibí algo diferente. En las reuniones comprendí que Dios podía darme esa felicidad y a cambio le entregué todo mi dolor. Siendo constante en mi fe, en las reuniones y propósitos como el agua consagrada, mi hijo está sano y yo tengo las fuerzas que nunca antes tuve. Me siento muy feliz porque el Espíritu de Dios vive en mí; Él me quitó los complejos y la depresión. Hoy estoy tranquila, pues me entregué a Él. Cada domingo yo recibo el alimento que me mantiene de pie.» -Teresa Romero
Hay esperanza
Si has estado triste o tienes depresión, te invitamos a participar en las reuniones del Templo de los Milagros: Av. Revolución núm. 253, en la colonia Tacubaya, CDMX. Por tu fe, es posible superar el mal del siglo.
También puedes consultar el horario de la reunión en la Universal más cercana a tu domicilio.
(*) La asistencia espiritual no sustituye los cuidados médicos. Será el tipo de trastorno, su origen y el modo de ser de la persona los que configurarán la manera de orientar, en cada caso.
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