¿Entiendes o solo vives cuestionando?

Comprender la Palabra de Dios en su plenitud es la base para lidiar con cualquier situación de la manera correcta

Para ser capaz de leer este texto, pasaste por una serie de frustraciones para aprender a distinguir cada letra, unirlas en sílabas, crear palabras, formar oraciones y, finalmente, tener frente a ti un texto que pudiera ser comprendido. Pero, aquí entre nosotros, ¿cuántas personas, a pesar de saber leer, aún son incapaces de comprender lo que Dios realmente está diciendo en Su Palabra?

Esta falta de comprensión no ocurre solo en aquellos que están dando sus primeros pasos en su caminata con Dios, sino también en quienes han estado en este «viaje» durante mucho tiempo y se han puesto a disposición para servirlo.

En Romanos 10:2-3 encontramos la siguiente advertencia: «Porque yo testifico a su favor de que tienen celo de Dios, pero no conforme a un pleno conocimiento. Pues desconociendo la justicia de Dios y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios».

¿Qué significa el fragmento anterior? Las personas sin entendimiento cuestionan a Dios y todo lo que sucede en el mundo, a menudo, murmurando o juzgando al prójimo porque no entienden ni siquiera a los seres humanos.

Entonces, piensa: si no entiendes al ser humano, siempre condenarás al ser humano y serás condenado. La Biblia dice que quien juzga será juzgado. Entonces, para no juzgar a las personas, necesitas entenderlas. Para no juzgar a la Iglesia y la Obra de Dios, necesitas entender la Obra. El Espíritu del Entendimiento te brinda eso. No puedes juzgar y tratar de darle sentido a algo a través de tu justicia.

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La dinámica de la Palabra

Conocer las debilidades humanas es un detalle importante para poder comprender la Biblia. Después de todo, comprender la Palabra de Dios no es solo saber las historias de los héroes de la fe, memorizar versículos y parábolas, ni siquiera haber leído los libros bíblicos desde Génesis hasta el Apocalipsis. Sino que es importante entender la Palabra en su plenitud, siendo capaz de observar los hechos sin la influencia de las emociones, sin emitir juicios de valor y sin mirar la situación solo desde tu propia perspectiva.

La Biblia es clara y presenta una dinámica que solo aquellos que tienen el Espíritu Santo pueden comprender y vivir: el entendimiento marca la diferencia en la vida de alguien. El entendimiento sobre la vida, sobre el fin de los tiempos, sobre quién es tu esposo.

El entendimiento lo es todo, y el Espíritu Santo está detrás del entendimiento. Quien tiene el Espíritu Santo tiene el Espíritu del Entendimiento, pero si no lo tienes, serás una cristiana débil, una esposa anulada y no marcarás la diferencia en el mundo, en la Obra de Dios, en la vida de tu esposo, en la familia. No serás esa mujer de Proverbios 31.

Cuando una mujer obtiene este entendimiento, es bendecida por la Palabra de Dios. El camino para lograrlo es tener el Espíritu de Dios en ti, depender de Él, buscar Su ayuda para enfrentar las adversidades y reconocer tus propias debilidades, y mirar todo desde Su perspectiva. Cuando buscas de Dios el entendimiento, Él te lo concede. Y cuando lo hace, todo comienza a tener sentido y es incluso difícil de explicar, porque es algo tan espiritual, tan profundo, es algo entre tú y Dios.

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