«En la Hoguera Santa provoqué lo imposible: pagar una deuda millonaria»

Sin importar que soy licenciada en economía y cuento con un posgrado, la suerte a mí no me sonreía. Profesionalmente estaba frustrada porque me pagaban mal en mi trabajo y me sentía sobreexplotada. Al no tener con qué cubrir mis gastos, usé las tarjetas de crédito y generé una deuda de casi un millón de pesos.

Ante este escenario las carencias aumentaron, pues al poco tiempo ni para comer teníamos. Hubo una ocasión en la que, entre mi hija, mi esposo y yo nos repartimos un huevo. Además, peleábamos constantemente para mí vivir ya no tenía sentido. La felicidad no estaba hecha para mí, esa era mi idea.

Conocí la Universal y aquí Dios me muestra que sí se puede ser diferente. Empecé a ver cambios en mi forma de pensar, hice del Señor mi guía, fui obediente a su Palabra. Al llegar la Hoguera Santa sacrifiqué, sin miedo, sin dudar, y entregándole mi vida por completo.

Poco a poco las bendiciones llegaron: mi esposo y yo nos llevamos muy bien, dejamos de ser empleados, pusimos una constructora, nos llegaron contratos bien pagados, liquidé mis deudas, estamos por construir un desarrollo inmobiliario, no nos hace falta nada, ya no pasamos hambre, tengo una camioneta, estoy construyendo mi casa, en fin… Tengo lo mejor porque a Dios siempre le doy lo mejor.» -Verónica García