El puente que nos regresa al paraíso

El puente que nos regresa al paraíso

Por Departamento Web 2

La clave para entender lo que Dios quiere para la humanidad está en el principio de todo. ¿Y qué es? De esto habló el obispo Franklin Sanches el pasado domingo 22 de octubre.

«Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un ser viviente. Y plantó el Señor Dios un huerto hacia el oriente, en Edén; y puso allí al hombre que había formado.» (Génesis 2:7-8).

Dios hizo todo por nosotros con Sus propias manos. Él podría haberles pedido a los ángeles que lo hicieran, pero Él insistió en plantar aquel huerto y, de ese modo, darle lo mejor al hombre.

«Es como cuando los padres se enteran de que tendrán un hijo. Cuando eso sucede, ¿qué suelen hacer? Quieren preparar la llegada de ese ser: comienzan a pensar en el nombre, quieren elegir la ropa y la cuna, piensan en comprar pañales, talco, etc. No le piden a la vecina o a un amigo que lo hagan porque quieren que sea perfecto. Es decir, se preocupan por preparar todo para que, cuando él llegue, se sienta amado.

Eso fue lo mismo que Dios hizo. Antes de colocar al hombre, primero tuvo el cuidado de preparar todo, porque quería que viviera de la mejor manera posible. Él, como Padre, quiso darle a Su criatura lo mejor», comparó el obispo Franklin. Y prueba de ello está en todo lo que sembró para él:

«Y el Señor Dios hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comer; asimismo, en medio del huerto, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. […] Entonces el Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo cultivara y lo cuidara. Y ordenó el Señor Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás.» (Génesis 2:9; 15-17).

Dios no quería que el hombre muriera; de hecho, fue creado para vivir para siempre. Entonces, ¿por qué sembró aquel árbol? (Sobre todo si sabía que el ser humano iba a pecar). El obispo refirió que el Señor «no creó robots, sino que lo creó con poder de decisión, pues quería que el hombre Lo respetara por amor y voluntad propia, no por imposición.

Entonces, Dios puso ese árbol en medio del jardín precisamente para que, al pasar por ese lugar, el hombre reconociera al Señor como dueño de todo. Además, Él no quería que Su criatura conociera el mal, el dolor del sufrimiento. Dios nunca ha querido que el hombre sufra y jamás ha sido Su propósito».

Hay personas que piensan que Él las castiga, que es su destino vivir pobres o enfermas, pero ese no es Su objetivo. Su plan siempre ha sido que tengan lo mejor. Pero el ser humano no quiso obedecerlo y, por no hacerlo, ha estado pagando un precio altísimo. Cuando Adán pecó, le dio la espalda a lo que tenía mayor valor dentro de aquel jardín; y no era lo que podía comer, tampoco el oro ni la plata, sino la presencia de Dios. Y eso es lo que las personas hacen hoy, de manera consciente o inconsciente, cuando viven en el pecado.

La presencia de Dios es tan importante en la vida de las personas porque les da paz, seguridad y sabiduría. De hecho, tras la creación, Él fue quien le enseñó al ser humano a sembrar, cosechar…, ¡absolutamente todo!

Como ya se dijo, el plan divino no ha cambiado. Pero ¿cuál es la prueba de ello? El hecho de que el Señor haya providenciado el puente que lleva de regreso del hombre al paraíso perdido: el Señor Jesús.

«Jesús descendió a este mundo con ese propósito. Si la persona, por voluntad propia (así como Adán que por elección propia decidió desobedecer al Creador), elige obedecer al Señor por amor y por entender que Él es el dueño de todo, entonces, ella es rescatada y logra regresar al paraíso. Pero no sucede solamente después de la muerte, sino todavía en este mundo. Es decir, el hombre puede volver a tener aquella comunión que se perdió y, mientras esté aquí, estará viviendo en el Reino de Dios. Por lo tanto, tendrá paz y tranquilidad, incluso no le faltará nada. Tendrá problemas, y no habrá modo de evitarlo, pero poseerá la seguridad de que los vencerá precisamente porque Dios está con él. Además, Su presencia le guía y le da la sabiduría para reconstruir su matrimonio, educar a sus hijos, progresar en su matrimonio… Por eso, si usted así lo quiere, puede comenzar hoy una nueva historia recibiendo el Espíritu Santo en su vida», finalizó.

También lee: La fe nivela a todos delante de Dios

  • librito abierto
    ¿Sabes qué es el librito abierto mencionado en Apocalipsis?

Ofrenda Online

El perdón que cura

comentarios

[fbcomments url="https://universal.org.mx/el-puente-que-nos-regresa-al-paraiso/" width="100%" count="off" num="3" countmsg="wonderful comments!"]

Abrir WhatsApp
💬 ¿Deseas hablar con un Pastor?
Pastor Online
Hola 🧑🏻‍💻 Dios te bendiga.

Envíenos un mensaje a nuestro WhatsApp, y vamos a brindar toda la atención que necesites👏🏻.