El peligro de los votos precipitados

La Biblia enseña que no debemos apresurarnos en hacer cualquier voto con Dios (lee Eclesiastés 5). Lo correcto es pensar bien y evaluar si realmente estás dispuesto a cumplir lo que prometes, ya sea un ayuno, una cadena de oración, un propósito, lo que sea. Si has dado tu palabra, debes tener honor para cumplirla.

Esta es exactamente la razón por la cual las vidas de muchas personas dentro de la iglesia están atadas y destruidas. Se comprometen con muchos propósitos, pero no se esfuerzan por cumplirlos.

Reciben propósitos todos los días y pronto son tantos que ni siquiera recuerdan el objetivo de cada uno. Se enredan y, así, atraen la destrucción, porque cuando no cumples tu palabra con Dios, estás endeudado con el diablo.

Cada vez que vayas a la Universal, quien ministra la reunión pasará un voto de fe para los que creen. Es una forma de ejercitar la fe, pero no significa que en cada reunión debas hacer el propósito pasado.

Medita en: ¡Tome su cruz y sígame!

Reunión del Espíritu Santo

Por eso, el próximo domingo 27 de febrero, si tienes invitaciones, propósitos y votos no cumplidos que tal vez ni siquiera recuerdas más cuál es el objetivo o que no tendrás condiciones para cumplirlos, llévalos ese día para ponerlos en el Altar y pedir perdón por los votos precipitados que hiciste.

Y de ahora en adelante aprende que no deben hacerse de esta manera. Trata con seriedad y temor todo lo que le prometas a Dios y serás bendecido.

Te esperamos especialmente a las 10 a. m. para la Reunión del Espíritu Santo en el Templo de los Milagros que se ubica en Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. Consulta los horarios de las reuniones en la Universal más cercana a tu domicilio.

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