Dormir frente al televisor te deja cansado

Te decimos cuál es la razón por la que podrías estar agotado

¿Alguna vez te ganó el sueño mientras veías la televisión? Seguramente despertaste, seguiste con tus actividades, pero notaste que tu energía no rindió como otras veces. En realidad, hay una respuesta científica para esta situación: durante el sueño, el cerebro sigue respondiendo a estímulos auditivos de forma selectiva.

Al respecto, un grupo de investigadores en Australia midió la actividad cerebral de un conjunto de personas mientras dormían. De acuerdo con Muy Interesante, en la prueba participaron 14 mujeres y 3 hombres, ninguno de ellos sufría por algún trastorno del sueño.

Durante una noche completa de sueño los participantes utilizaron un equipo de polisomnografía. Este aparato sirve para medir las ondas cerebrales, la respiración, la tensión muscular, los movimientos y la actividad cardiaca.

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Lo que encontraron

Mientras las personas dormían fueron expuestos a estímulos a través de altavoces: primero escuchaban la voz de un familiar y después la voz de un extraño, ambos pronunciaban nombres que no se relacionaban en nada con la persona que dormía. En ese momento, descubrieron que las voces desconocidas provocaron más complejos K. Que son un tipo de onda cerebral vinculada a perturbaciones sensoriales durante el sueño, en comparación con voces familiares.

Esto significa que escuchar voces desconocidas durante el lapso del sueño genera cambios significativos en la actividad cerebral asociada al procesamiento sensorial. De acuerdo con los especialistas, se trata de un instinto desarrollado desde tiempos antiguos, en donde existía la necesidad de despertar de forma rápida ante un peligro inminente.

La revista Journal of Neuroscience explicó que «la falta de familiaridad con la voz es un fuerte promotor de las respuestas cerebrales durante el sueño NREM».

¿Estas cansado?

En la televisión, por lo general, escuchamos voces que son poco o nada familiares, lo que inconscientemente nos mantiene en sentido de alerta e impide que durmamos bien. Esto, a largo plazo puede afectar la calidad de vida.

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