Después de heredar la bendición, fue desechado…

“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la Gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados; no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura. Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas”.
Hebreos 12:15-17
Extraído del blog del Obispo Macedo
Medita también en este mensaje: La iglesia de los primogénitos
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