Cuando solo Dios puede resolver tus problemas

Los problemas tienen diferentes niveles de dificultad, pero hay aquellos que son tan graves y complejos que ningún ser humano es capaz de resolverlos. No sirve de nada buscar a los expertos de esta tierra: médicos, abogados, psicólogos, etc. Solo con la intervención de Dios el hombre puede obtener ayuda y respuestas.

Es así:

Generalmente, ese momento llega cuando la persona ya intentó de todo, humanamente hablando, para resolver la situación. Además, ha utilizado sus recursos y fuerzas.

Entiende:

En este momento, la persona debe comenzar la batalla en el campo espiritual y, en esta lucha, se aplican las reglas de Dios para vencer.

Haz esto:

Para contar con la colaboración del Altísimo, una característica es imprescindible: humildad. El orgullo, por otro lado, solo te hace perder con Él.

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Asume tu responsabilidad sobre tus problemas. Por más difícil que esté la situación, toma el control, no te escapes de tus responsabilidades.

El mal también utiliza a personas para debilitar tu fe, hablando mal de ti, sembrando dudas, ofensas, amenazas, y exigencias. La palabra del mal quita tu esperanza, pero la de Dios anima. Debes decidir si creerás en la palabra de vida o en la palabra de muerte. También ten cuidado con el tipo de persona que eliges tener en tu vida, en tu empresa, etc.

Cuidado con las acciones precipitadas, ya que cada acción conlleva consecuencias. Piensa antes de actuar.

No traigas de vuelta a tu vida a personas que el Señor ya ha quitado. Después de todo, Él sabe cosas que tú no sabes y que solo quieren entorpecerte.

Aprende más:

Aprende más sobre cómo vencer y tener éxito, todos los lunes en la reunión de la Prosperidad con Dios.

Te esperamos en el Templo de los Milagros, ubicado en Avenida Revolución núm. 253, col. Tacubaya, alcaldía Miguel Hidalgo, CDMX. O consulta la dirección de la Universal más cercana.

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