Construya su pretil
“Cuando edifiques casa nueva, harás pretil a tu terrado, para que no eches culpa de sangre sobre tu casa, si de él cayere alguno”. Deuteronomio 22: 8
El Señor Dios orientó a los hijos de Israel sobre la importancia del pretil. Consecuentemente, al construir una casa nueva, Él orientó que, en el techo, debería ser hecho el pretil para que, si alguien cayera desde arriba, no culpara a la casa por su caída.
El cuidado de Dios es tan grande que Él ve los más mínimos detalles para nuestro bien.
Una actitud muy común de quien no está bien espiritualmente ha sido esta: culpar a la iglesia (casa) o a las personas por su caída.
Pero, si construimos nuestro pretil, que son nuestros límites, sabremos dónde poner nuestro pie, por lo tanto, no caeremos.
Ese pretil es el temor de Dios, la Palabra de Dios nos enseña eso, que nos hace saber hasta dónde podemos ir con nuestras palabras, actitudes y reacciones, después de eso la caída es segura.
Construyamos el nuestro, y no el de la casa del vecino.
Colaboró: Obispo André Cajeu
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