Aprende cómo actuar al atravesar un desierto en tu vida

En el contexto cristiano, la palabra «desierto» significa un momento difícil que tarda en pasar. Quienes están en la jornada de la fe pasarán por varios momentos así en la vida.

Enseñanzas valiosas

Antes de entregar la Tierra Prometida, Dios permitió que el pueblo hebreo atravesara el desierto. En la vida de los héroes de la fe siempre fue así: antes de las victorias, Él permitía que pasaran por luchas. El Altísimo ni siquiera evitó que su propio hijo atravesará este proceso.

Los desiertos de la vida traen enseñanzas valiosas y no vienen para hacernos daño. De hecho, es para hacernos más fuertes, maduros, pacientes, humildes. Para ser mejores.

Cómo vencer

• No te compares: el desierto tiene un tamaño diferente para cada persona, por lo tanto, no compares tus batallas con las de otras personas. No importa el tamaño del problema o el calor del desierto, el Señor nunca te abandonará.

• Ayudarás a otras personas: las luchas que superas hoy, ayudarán a otros en el futuro. Con tu experiencia, ayudarás a otras personas a no rendirse. Inspirarás a muchas personas, pues algunas encontrarán fe en Dios a través de tu historia, y otras no abandonarán la fe al ver tu ejemplo. (Lee 2 Corintios 1:4).

• Llénate de la Palabra: la Palabra de Dios es poderosa y te fortalece. Muchos se aterran en este momento de prueba, pero comprende que lo que estás pasando no es nada comparado con lo que Él tiene para ti. Ten fe y confía en Él para que no te desesperes, murmures y mueras allí.

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•Sé humilde: ten un corazón abierto para escuchar lo que Dios tiene que decir, porque Él es quien da ánimo, fuerza y condiciones para superar los momentos difíciles.

• No te quejes: no abras la boca para hablar tonterías, porque Dios nunca honró a una persona que vive quejándose.

Reflexiona

Tal vez nunca imaginaste que pasarías por una situación como la que estás experimentando, pero ten calma, porque Dios sabe por qué permitió que sucediera. Y si has entregado tu vida en sus manos, vencerás y cosecharás los frutos de esa perseverancia.

Incluso lo que pierdes o lo que no logras es Dios librándote de algo malo. Cuando tu vida pertenece al Señor, puedes pasar por lo que sea, pero sabes que Él usa todo para moldearte y poderte usar más.

«Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien[a], esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito.» (Romanos 8:28).

Propósito de hoy

Este lunes 18 de diciembre, se realizará una oración fuerte para combatir el espíritu del atraso. Si tienes planes, proyectos, contratos y metas que, a pesar de tus esfuerzos, no avanzan, este es el momento de superar este obstáculo.

Aprende más:

Participa en la reunión de la Prosperidad con Dios en donde sabrás más acerca de cómo superar los desiertos de la vida y no morir en el intento. Te esperamos todos los lunes, en Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya, o en la Universal más cercana.

Continúa con: Los veinticuatro ancianos (parte 2)