Actriz de Juego de Tronos se está separando por culpa del trabajo

La vida profesional arruina a miles de parejas alrededor del mundo. Ni siquiera la renombrada actriz Natalie Dormer logró escapar de este inconveniente. La actriz de Juego de Tronos se está separando por culpa del trabajo. En su caso, ella y su compañero trabajaron juntos.

Natalie (de 36 años) y el director cinematográfico Anthony Byrne (de 43) ya llevaban 10 años de relación cuando empezaron a escribir juntos, a finales de 2017. Ambos escribían la película “En la Oscuridad” y empezaron a tener discusiones violentas con respecto al trabajo.

“La película sacudió seriamente nuestra relación”, declaró Natalie para la revista irlandesa New Statesman. “Las parejas se dicen cosas terribles el uno al otro que nunca deberían ser dichas a su mejor amigo”.

Conforme a lo que afirmó Natalie, las discusiones dieron inicio con las diferencias sobre el guion, pero después pasaban a temas de la vida de pareja. Como trabajaban en casa, ambos gritaban, se ofendían y golpeaban las puertas.

Anthony afirmó: “Las fuertes peleas obtuvieron espacio en nuestra vida cotidiana. Descubrimos que estábamos haciendo todo completamente mal al escribir juntos”.

Pocos meses después de que la película fue lanzada, la pareja anunció que se está separando.

Lo que la actriz de Juego de Tronos y Anthony no supieron hacer

Natalie Dormer y Anthony Byrne estuvieron juntos durante 10 años y afirman que aún se aman y se respetan. Entonces, el problema no fue por falta de amor.

Natalie es una de las actrices más respetadas del mundo, protagonizó éxitos como Capitán América —El Primer Vengador y los Juegos del Hambre. La actriz de Juegos de Tronos también actuó en series como Los Tudor y Elementary.

En cambio, Anthony Byrne es uno de los guionistas y directores más respetados de Reino Unido, habiendo escrito diversas series para la televisión local.

Claramente, el problema tampoco fue por falta de talento profesional de ninguno de los dos lados.

Lo que ellos no supieron hacer, aparentemente, fue dialogar al respecto de las diferencias. Cada opinión diferente se transformaba en ofensas abrumadoras. De esa manera, el respeto desaparecía. Y ningún matrimonio logra sobrevivir sin respeto.

No estar de acuerdo y, aun así, respetar

La actriz de Juego de Tronos y su esposo deberían haber desarrollado mejor la comunicación. Es natural que dos personas no estén de acuerdo entre sí, pero toda pareja necesita saber conversar sin ofenderse. Especialmente si el objetivo fue resolver un problema.

“Cuando una pareja conversa, hay momentos para hablar y hay momentos para callar. Hay parejas que no saben conversar. Hay parejas que no quieren resolver el problema, sino que quieren tener la razón. Hay personas que quieren tener la última palabra. Entonces, no hay ningún acuerdo”, afirma el escritor Renato Cardoso, autor del libro Matrimonio Blindado.

Cuando las personas quieren tener la última palabra, no aceptan la opinión ajena. Delante del otro que también quiere hablar al último, empiezan resolver las cosas con gritos e insultos. Pero eso no lo resuelve. Al contrario: trae más problemas.

“En la comunicación también tiene que haber orden”, explica el escritor. Es necesario que cada uno le dé atención a lo que el otro está diciendo para poder recibir atención. Es importante respetar las opiniones. Y de esa manera la pareja hará lo mejor para la familia.

“No estar de acuerdo es saludable. Eso muestra que hay dos cabezas pensando en la relación. Tener a alguien que siempre está de acuerdo, es tener a alguien que no está pensando. Entonces, no hay problema. Ella tiene su cabeza, y yo tengo la mía. No quiere decir que vamos a dejar que eso sea un problema entre nosotros”, concluyó Renato.

Si las personas empiezan a entender esto, muchos matrimonios se salvarán. Si usted aún tiene dificultades para comunicarse con el cónyuge, participe en la Terapia del Amor, que se lleva a cabo todos los jueves en el Santuario de la Fe, en Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya. Los horarios son 7:30 a. m., 10 a. m., 4 p. m. y especialmente a las 7 p. m.