4 de diciembre de 1860: México tiene libertad para divulgar el mensaje de la Biblia

Sin embargo, no todos los países tienen este privilegio

Desde el 4 de diciembre de 1860, México tiene libertad de culto. Dicha ley fue promulgada por el aquel entonces presidente, Benito Juárez.

Según Carlos Martínez García, investigador del Centro de Estudios del Protestantismo Mexicano, en México hubo cristianos protestantes desde el siglo XVI, “pero no protestantismo, por la sencilla razón de que estaba tajantemente prohibido en la Colonia tener una religión distinta a la oficial”.

Además, agregó que años después de la consumación de la independencia, James Thomson, escocés enviado por la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera, llega a México en 1827 y realiza la primera reunión de carácter protestante en el país. “A partir de entonces, y por diversos esfuerzos de nacionales y extranjeros, en distintas poblaciones se van conformando células cristianas evangélicas que de forma más o menos privada llevan a cabo sus reuniones”, agrega.

Así que, “la ley del 4 de diciembre de 1860 permite a las células mencionadas salir a la luz pública”. Y, hasta la fecha, los cristianos tienen libertad para divulgar el mensaje de la Biblia.

Pero no es así en todos los países del mundo…

Sin embargo, en países como China, declararse un seguidor de Cristo es sinónimo de ser sentenciado a ir a prisión.

De acuerdo con la ONG Internacional Open Doors, China es el 27.° país más peligroso para los cristianos.

Eso sucede porque el gobierno chino es extremadamente centralizador y controla todas las áreas de influencia de la sociedad. Como, por ejemplo, las empresas, escuelas y religiones.

Además de eso, tradicionalmente, los países comunistas siempre dificultaron la predicación de la Palabra de Dios. En parte, porque Karl Marx, fundador de este pensamiento, era ateo.

¿Cómo es ser cristiano en China?

Debido a eso, hay muchas restricciones para que los cristianos se puedan reunir, por ejemplo. Y algunos encuentros se hacen a escondidas.

De manera similar, la Biblia es un libro prohibido en el país oriental. Y es común entre los cristianos que intercambien entre sí pedazos de papel que contengan fragmentos de las Escrituras. Solo así logran tener acceso al texto.

Otros procuran memorizar los pasajes bíblicos principales. En una ocasión, una señora que no reveló su identidad por seguridad, afirmó haber estado detenida durante algún tiempo por ser cristiana, según dijo en el programa de noticias Fox News.

De acuerdo a lo que señala, ella leyó tantos fragmentos “contrabandeados” mientras estaba presa, que puede recordar capítulos enteros.

“Es por eso que nosotros los memorizamos lo más rápido posible. Porque aunque ellos puedan llevarse el papel, ellos no pueden tomar lo que está escondido en nuestro corazón”, dijo.

El hábito de la lectura bíblica

Conocer la situación de esas personas nos hace pensar sobre la importancia de leer la Palabra de Dios todos los días. Lamentablemente, muchas personas no valoran la oportunidad que poseen de tener acceso libre a las reuniones en la iglesia y a la lectura bíblica.

“La idea básica y central de la Biblia es la revelación de Dios y de Su plan de Salvación para toda la humanidad. Para enriquecer y colaborar con esta idea básica, Dios incluso utilizó Su Palabra, a fin de establecer el fundamento para la fe personal y servir como elemento que guiará a los cristianos, como manual práctico de la iglesia de Jesús, volviéndose una referencia de testimonios y ejemplos de los grandes hombres y mujeres que aparecen en las Escrituras”, aclara el obispo Edir Macedo en el libro Estudios Bíblicos.

Si lo desea, puede ver algunas ideas para que usted aproveche mejor su lectura bíblica: 5 tips para leer la Biblia.