YO TENÍA ENVIDIA DE LA PROSPERIDAD DE LOS MALOS…
En cuanto a mí, mis pies estuvieron a punto de tropezar, casi resbalaron mis pasos. Porque tuve envidia de los arrogantes, al ver la prosperidad de los impíos.
Salmos 73:2-3
Extraído del blog del Obispo Macedo
Medita también en este mensaje: ENVIDIA: LA RAZÓN DE TENER UNA VIDA ATADA
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