Tristeza para arrepentimiento

«… pero ahora me regocijo, no de que fuisteis entristecidos, sino de que fuisteis entristecidos para arrepentimiento; porque fuisteis entristecidos conforme a la voluntad de Dios, para que no sufrierais pérdida alguna de parte nuestra.» (2 Corintios 7:9)
El Espíritu Santo vino para eso, Su trabajo es eficaz para convencer al hombre arrepentido de sus pecados, y hacer de él una nueva criatura al experimentar su poder.
Santo Culto – Domingo de diciembre
Entradas recientes
- ¿Dios está demasiado ocupado como para no preocuparse por mí?
- Este miércoles participa en la continuación del Estudio de los Misterios del Getsemaní
- Lumbalgia: ¿cómo evitar lesiones?
- JESÚS, AUNQUE ERA HIJO, APRENDIÓ OBEDIENCIA POR LO QUE PADECIÓ
- RECIBIRÉIS EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO… Y SERÉIS MIS TESTIGOS…













comentarios