Señales de la presencia de espíritus malignos

“… allí había un cementerio, donde vivía un hombre que tenía un espíritu malo. Nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas. ¡Cuántas veces lo habían encadenado y le habían sujetado los pies con gruesos aros de hierro! Pero él rompía las cadenas y despedazaba los aros. ¡Nadie podía con su terrible fuerza! Día y noche andaba en el cementerio y por los cerros, dando gritos y lastimándose con piedras. […] Cuando llegaron a donde estaba Jesús, vieron al hombre que antes estaba endemoniado, y lo encontraron sentado, vestido y portándose normalmente” (Marcos 5:2-15).

De acuerdo al versículo de arriba, las señales que el joven mostraba indicaban la presencia de espíritus malignos. Hoy en día, hay quienes tienen un familiar con una o más de estas señales, pero no saben cómo ayudarlo. No obstante, sí existe una forma de liberarlos del tormento espiritual.

Solo que necesitas conocer las tácticas del enemigo para vencerlo. La única forma de neutralizar el poder del diablo es poniendo en acción el poder de la fe viva, la única arma capaz de vencerlo.

Después de que el joven fue liberado, se encontraba en su juicio cabal. Pero ¿quién vistió a aquel joven? ¿Los discípulos? ¿Los seguidores de Jesús? ¿O algún familiar que seguía a Jesús?

Esas vestiduras estaban bendecidas, tal y como las vestiduras blancas que varios han traído para consagrarlas a Dios y de ese modo poder liberar a sus familiares de toda obra del mal. Por eso te invitamos a seguir todos los viernes en esta fe, usando la autoridad del Señor Jesús.

Fue víctima de brujería

“Conocí el verdadero sufrimiento a partir del momento que tiraron trabajos de brujería afuera de mi casa. Insomnio, una extraña pesadez en el cuerpo, dolor en los huesos y desesperación, además de visión de bultos y la pérdida del trabajo, fueron algunos de los problemas que enfrenté. En el terreno amoroso ni se diga, no podía ser feliz y en ese lapso, destruí la vida de mis hijos. Ni los brujos me pudieron ayudar.

Justo cuando pensé que nada podía empeorar, mi hijo sufrió una traición amorosa y encarcelaron a mi hija.

La ayuda que necesitaba la encontré al ver el programa de la Universal y visitarlo. El cambio no fue de la noche a la mañana, requirió esfuerzo de mi parte y de mi familia, pero sólo así transformamos nuestra vida. Mis hijos son felices en todos los aspectos, por mi parte me casé y soy muy feliz.

Con la ayuda de Dios, vencí los problemas espirituales, antes de que me vencieran”, Deimi Carlos.

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