Retirado de la angustia
«Me invocará, y le responderé; yo estaré con él en la angustia; lo rescataré y lo honraré; lo saciaré de larga vida, y le haré ver mi salvación.» (Salmos 91:15-16)
Cuando se clama a Dios en la hora de la aflicción, inmediatamente Él viene a socorrer y dar libramiento, e incluso da dignidad, salud física y espiritual, haciendo de la persona una nueva criatura, con longevidad en esta vida y en el provenir.
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