¿Por qué lo hizo? ¡Porque yo quise!
Recientemente, vi una publicación de una aspirante a la fama mostrando su desnudez y ya condenando a quien cuestionara el porqué de la publicación. Pero ella no es la única. ¿Ya ha notado cómo es cada vez más común que las personas valoren e incluso romanticen su querer por encima del juicio? Si todos empiezan a tener el derecho de hacer lo que quieren sin ninguna consideración a su prójimo, ¡vamos a vivir un verdadero caos en este mundo!
Para que usted tenga una idea de cómo esa forma de pensamiento es perjudicial tan solo imagínese yendo a pasear con su hijo y, de repente, ve a dos personas teniendo sexo a media calle. O salir para cenar con su marido y ver a alguien levantarse de la mesa e ir a hacer pipí en el rinconcito del restaurante. ¿Por qué? Porque quisieron y punto final.
No, disculpe, pero esa respuesta es inaceptable. Todo lo que usted hace lo tiene que explicar porque, sí, a final de cuentas, hay una razón detrás. Hay una razón por la que escribí esta publicación y aquí va: ¡no caiga en esa ola de que usted puede hacer todo lo que le da la gana! Considere a las personas que están a su alrededor, considere a sus hijos, a sus padres, a su marido o futuro marido, y considere por encima de todo a Dios. Cuidado con la libertad que usted tiene en Jesús y no la use para avergonzarlo.
«Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.» (Gálatas 5:13).
En la fe.
Por Cristiane Cardoso
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