No luches contra el síntoma, sino contra la causa

Nadie va al médico con la finalidad de que le recete algo para quitar síntomas, sino para erradicar la enfermedad. Si alguien tiene mareos constantes, por ejemplo, primero, deberá ser sometido a exámenes que determinen el padecimiento que los está originando, pues hay varias opciones y, posteriormente, recibir el debido tratamiento que erradique de raíz dicha patología.

Ahora bien, una persona que no logra avanzar en todos los aspectos, por más que se esfuerce, posiblemente, sea víctima de una maldición y tendrá que encontrar el causante para que pueda liberarse de ella.

Espiritualmente hablando, de nada sirve luchar en contra de la depresión si no luchas en contra del espíritu maligno que la ocasiona o en contra de las peleas, agresividad o indiferencia que hay en tu hogar si no luchas en contra del mal que los provoca. Pero, tal vez, te surgió la inquietud sobre cómo hacerlo.

Pues bien, en la Biblia está escrito: “Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, así la maldición nunca vendrá sin causa” (Proverbios 26:2).

Es decir, no existe maldición sin causa, tuvo que haber un causante. Por ejemplo, cuando el Señor Jesús maldijo la higuera, esta se secó desde la raíz, no los frutos, las hojas o las ramas… ¡fue la raíz! Y ese es el secreto: quitar al causante y, por consiguiente, la maldición será removida. Esto es posible, únicamente, a través de la fe en el Señor Jesucristo.

Por tal motivo, los viernes en todas las Universal, se realiza la Sesión de Descarga Espiritual, con el fin de darle fin a lo que hasta ahora te ha atormentado.

Tu fe junto con el Poder de Dios, pueden detonar un milagro.

“Desesperada buscaba una solución; pues mi hijo quería matarse”

A través del uso de la fe, grandes trasformaciones suceden los días viernes en los diferentes Centros de Ayuda Universal. Conoce la historia de Rosario López, una mujer que sufría por la depresión y los pensamientos de suicidio que su hijo Miguel Ángel tenía.

“Mi hijo era depresivo, por su mente pasaban ideas suicidas, además de que sufría un complejo de inferioridad. Estas problemáticas afectaban severamente su vida y yo no sabía cómo ayudarlo”, mencionó Rosario.

Por su parte, Miguel Ángel explicó lo angustiante que era estar así. “Eran los problemas que había en casa lo que sometía a una profunda tristeza, fueron 10 años bajo ese sufrimiento. Pensaba que era un estorbo para mi familia y constantemente ideaba formas de quitarme la vida, aunque nunca tuve el valor de llevarlas a cabo. Abrir las llaves del gas y asfixiarme o enterrarme un cuchillo eran las maneras en las que pensé terminar con mi vida.

Esos sentimientos los canalicé en la música, pero música satánica. Empecé, de manera indirecta, a rendirle culto a la muerte y al diablo. Escuchaba voces estando solo, veía bultos… en fin, mi actitud era la de un hijo rebelde, tanto que en una ocasión llegué a estar es los separos de una delegación”, comentó Miguel Ángel.

Sin embargo, un acto de fe cambió la historia de esta familia, luego de participar en las reuniones de los viernes y presentar una prenda de ropa de Miguel Ángel, Rosario logró su más grande sueño: ver a su hijo transformado en un muchacho de bien.

“Sin duda alguna, vale mucho la pena participar en las reuniones de los viernes, pues yo hoy tengo la satisfacción de ver a mi hijo transformado, lo veo realizando sus sueños, con un carácter diferente, amable, alegre, sin tristezas y eso no se paga con nada. Dios escuchó mi suplica y sé que escucha la de cualquier mamá que anhele que sus hijos cambien y vuelvan al buen camino”, finalizó Rosario.

Esta reunión se realiza a las 7:30am, 10am, 12pm, 4pm y especialmente a las 7 p. m. Además del Santuario de la Fe (ubicado en Av. Revolución, núm. 253, Col. Tacubaya), también puede participar en el Centro de Ayuda Universal más cercano a su domicilio.

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