MI CORAZÓN Y LA PATITA DE CANGREJO
Deléitate en el Señor y él te concederá los deseos de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino; confía en él y él actuará. Hará que tu justicia resplandezca como el alba; tu justa causa, como el sol de mediodía. Guarda silencio ante el Señor y espera en él con paciencia; no te enojes ante el éxito de otros, de los que maquinan planes malvados. Refrena la ira, deja la furia; no te enojes, pues esto conduce al mal.
Salmos 37:4-8
Extraído del blog del Obispo Macedo
Medita también en este mensaje: EL CORAZÓN ES EL PADRE DEL FANATISMO
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