«Me cayó agua hirviendo, mi brazo se dañó» 

«Estaba iniciando el día, comenzaban mis labores de venta en donde soy cocinera, sin embargo, me cayó agua hirviendo en el brazo derecho. Este accidente resultó en una quemadura de segundo grado y, si una quemadura pequeña duele mucho, cuán mayor es el dolor de una herida más amplia. Por mi mente pasaron muchas cosas, sentía molestia e hinchazón, fue una situación bastante complicada. Cuando una experta me revisó, se asombró al ver la condición de mi brazo y dijo que ese tipo de quemaduras tienden a tratarse con mayor dificultad.  

Como el ardor era intenso, me dieron un remedio, pero este me provocó 3 taquicardias en un lapso de 15 minutos. Además de ese accidente, yo estaba enfrentando otras luchas personales, pero nada fue un impedimento para continuar acudiendo a las reuniones de la Universal. Iba a los encuentros en ayuno y oraba con fe a Dios: “Señor, sana mi brazo, pues tú me conoces y sabes de mi necesidad”. Gracias a Él, todo evolucionó bien, pues para la dimensión, el tendón o el nervio pudieron resultar muy afectados. Dios curó mi brazo, lo que hizo conmigo es una maravilla.» -Brenda Noemy Aguilar 

Reunión de Sanidad

Si esta es tu situación o la de algún ser querido, te invitamos a participar en la Reunión de Sanidad. El encuentro tiene como objetivo enseñar a las personas a usar su fe para cambiar su situación de salud. Te esperamos todos los martes en la Universal más cercana.

La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este sitio web, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, sin demérito de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJES DE CONSULTAR A TU MÉDICO.

Continúa con: 10 de septiembre: «El Día de la Profecía en el Valle de los Huesos Secos»