Los siervos de Dios son justos
“El justo PERECE, y no hay quien se preocupe; los hombres piadosos son arrebatados, sin que nadie comprenda que ante el mal es arrebatado el justo.” Isaías 57:1
“El justo PERECE, y no hay quien se preocupe; los hombres piadosos son arrebatados, sin que nadie comprenda que ante el mal es arrebatado el justo.” Isaías 57:1
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