La Oración y Súplica de Ana
La oración tiene sus secretos. Tiene que ser hecha en los términos de Su Creador, no de la criatura.
Ana siguió las costumbres de orar durante muchos años. Iba al Templo regularmente, ofrecía sus oraciones con las ofrendas que su marido le daba – pero todo seguía igual. Hasta que:
«Ella con amargura de alma oró al SEÑOR, y lloró abundantemente. E hizo voto, diciendo: SEÑOR de los Ejércitos.» 1 Samuel 1.10-11
En estas pocas palabras hay un gran secreto de la oración eficaz: ¡esta tiene que tener cuerpo, alma y espíritu!
ANTES, Ana ofrecía sacrificios que el marido le daba; continuaba amargada, triste, y creyendo que Dios había cerrado su vientre.
Pero DESPUÉS de que ofreció su propio sacrificio, dejó su amargura en el Altar, y se rehusó a creer que su infertilidad era voluntad de Dios, ¡fue respondida!
La oración tiene sus secretos.
Continúe firme en el propósito de los 7 DÍAS DE ORACIÓN Y SÚPLICA, entre el 11 y el 18 de marzo.
¿Aún no comenzó? Busque una Universal cuanto antes para participar. Aprenderá a orar como nunca antes – con eficacia.
Con fe e inteligencia.
*Extraído del Blog del Obispo Macedo
Colaboró: Obispo Renato Cardoso
Fe vs Duda
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