“Fingía estar feliz”

“Desde los 7 años sufrí de bullying, pero mientras mi familia estaba conmigo todo estaba bien. Hubo un momento en el que me quedé solamente con mi mamá. Ella se la pasaba trabajando para sustentar la casa y yo la ayudaba. Trataba de acompañarla y estar el mayor tiempo posible con ella, sin embargo, eso no funcionaba, seguía sintiéndome solo.

A los 12 años, vinieron cambios muy grandes: entré a la secundaria, mi mamá cambió de trabajo y con ello, también el horario, porque ahora ya era del tercer turno. Comencé a vivir la verdadera soledad: en la escuela no tenía muchos amigos a pesar de que siempre fingía estar feliz (cada día cargaba una máscara conmigo), vivía en depresión y a mi mamá ni la veía.

En mi soledad empecé a escuchar música que me deprimía y a vestir de negro, también conocí personas que me enseñaron la práctica del cutting, me volví gótico (me apasioné por la oscuridad) y comencé a tomar. Muchos pensaron que era para llamar la atención, pero, en realidad, lo hacía para hundirme más en mi soledad.

Tuve ayuda psicológica, pero nada de eso sirvió, ya que poco después tuve un intento de suicidio. Terminé la secundaria, pasó el tiempo y empecé a buscar empleo porque el dinero ya no alcanzaba ni para pagar mis estudios. Me adentré en el trabajo y, paulatinamente, dejé esa oscuridad. Solo que, esta vez, dependía de las relaciones sentimentales, eso empeoró más la depresión y los vicios se volvieron más frecuentes hasta perder el control.

Un día llegué a la FJU y, después de participar continuamente, poco a poco fui venciendo cada uno de los problemas que cargaba. En la FJU encontré amigos, una familia y desarrollé mi talento. Hoy, formo parte del proyecto Medios, Universitarios y Help para ayudar a quienes están en una situación como la que yo llegué a vivir.” -Humberto González