En 6 años, 700 millones de personas tendrán problemas de oído

Desde 2015, los casos de este tipo han ido en aumento, según la OMS
La Organización Mundial de la Salud define como defecto de audición a la incapacidad de oír bien, como lo haría una persona con el sentido del oído normal. Aunque hay varias causas, las principales suelen ser: complicaciones en el parto, enfermedades infecciosas, ingesta de medicamentos ototóxicos, la exposición a ruidos excesivos y envejecimiento.
La OMS estima que para el 2025, el número de personas con un problema auditivo aumentará a 700 millones de casos, en 2050 a 900 millones. Por esta razón, los especialistas sugieren acudir a una consulta médica a las primeras señales de baja audición, zumbido de oídos o sensación de oído tapado, sea en menores o en adultos.
«Como medida preventiva, llevar adecuados controles prenatales, vacunarse contra la rubéola congénita, entre otras, son de vital importancia para evitar pérdidas auditivas importantes», explica Fátima Gómez Álvarez, audióloga y otoneuróloga.
Por otra parte, se recomienda acudir de inmediato con un especialista antes de recurrir a remedios caseros que puedan generar un problema de salud, para tratar oportunamente cualquier enfermedad relacionada con el oído.
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«Mi hijo y yo estábamos muy enfermos»

«Tenía fuertes dolores de cabeza, pero en lugar de ir al médico, fui a una casa de limpias para que me ayudaran. Esto me trajo más problemas que, con el tiempo, fueron apareciendo: uno de mis hijos nació mal, con un mes de nacido le dieron diarreas constantes y, conforme fue creciendo, se convulsionaba. Los médicos dijeron que él no iba a poder moverse.
A mí me detectaron quistes y tenía una deficiencia en el hígado, pero a pesar de que me sometieron a tratamientos, no sanaba.
Todo iba de mal en peor. Mi esposo se quedó sin empleo y, aunque buscaba nuevas oportunidades, las puertas parecían estar cerradas. Si no teníamos dinero para comprar alimento, mucho menos para pagar la renta del lugar en donde vivíamos. Como era de esperarse, los pleitos en mi matrimonio fueron creciendo al punto de golpearnos.
Dios, a través del programa de televisión de la Universal, me mostró que la solución siempre fue Él. Sin embargo, tardé cerca de seis meses en darme la oportunidad de acudir a las reuniones para buscarlo. Cuando al final fui, al poner mi confianza en Él, vi como la salud tanto de mi hijo como la mía se restauró: él dejó de convulsionarse y yo ya no tengo quistes ni estoy mal del hígado.
Sana, pude luchar al lado de mi esposo por nuestra economía, ahora no nos falta nada. Los pleitos entre nosotros acabaron y somos un matrimonio que felizmente recibió las bendiciones que solo Dios puede dar.» -Lidia García
(*) “La Universal aclara que todos los conceptos emitidos en este periódico, así como la programación de radio y de televisión, son cuestiones de fe, en modo alguno deben ser interpretados como elementos con atribuciones terapéuticas, en demérito de la medicina, ni de
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