«El alcohol no me hizo olvidar mis problemas, los empeoró» 

«Mi primer hijo murió, y mi mamá, también. Pero, para olvidar mi dolor, me dediqué a tomar. Sin embargo, cuando intenté salir del alcohol, ya no pude. Los problemas crecieron porque las amistades que tenía me indujeron a consumir marihuana y cocaína. Además, me exponía mucho porque manejaba ebrio y, en casa, maltrataba a mi esposa e hijos. 

Luego, sentí un dolor muy fuerte que me desesperaba. El especialista me dijo que tenía cirrosis por tomar mucho, pero en mi caso no había marcha atrás. Aquello me deprimió al punto de tener pensamientos de suicidio, hasta me metía en medio de los coches en movimiento para matarme. 

Conocí la Universal por que me llamó la atención lo que decía en su entrada. Me acerqué y vi que estaban realizando una reunión. Al escuchar la oración, me sentí aliviado. Empecé a ir sin falta a las reuniones y fui estrechando mi relación con Dios cada vez más. Él fue sanando el dolor que sentía en mi alma y, por mi fe, pude dejar las adicciones. 

Su Espíritu también obró en mi carácter y me sanó de la cirrosis. Hoy soy alguien paciente, trato con cariño a mi familia y tengo muchas ganas de vivir. Dios me levantó de donde caí, pero todo este cambio se dio porque coloqué toda mi vida en Sus manos. Estoy agradecido con Él y nunca me separaré del Señor.» -Mario Salvador 

Cura de los vicios

Esta reunión es especial para cualquier persona que esté atravesando un problema de adicciones: alcohol, cigarro, pornografía, juegos de azar, internet, videojuegos, compras compulsivas, trastornos alimenticios, etc.

Pero también este método es para un familiar o amigo dispuesto a extenderle la mano a un ser querido para que sea libre de su adicción.

Te invitamos a que participes en la Cura de los Vicios los domingos a las 4 p. m. en el Templo de los Milagros, Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya.

En las sedes estatales, el horario es a las 3 p. m. Solicita más información en nuestra agenda de direcciones.