Caleb Intercesor: una luz de esperanza

Cuando buscamos en el diccionario la palabra «intercesor», entendemos que hace referencia a una persona que intercede (o funge como intermediario) en favor de otra. Esto fue lo que hicieron los voluntarios del Grupo Caleb, quienes se dieron a la tarea de visitar asilos, casas hogar y de reposo para adultos mayores. Esa noble actividad se llevó a cabo el 29 y 30 de abril en donde participaron voluntarios de todo el país.

En esta segunda edición del evento «Caleb Intercesor», 2726 abuelitos fueron beneficiados por esta labor en la que, además de brindar asistencia espiritual a personas mayores que se encuentran en una situación de vulnerabilidad, se aprovecha el espacio para pasar con ellos una tarde agradable. Para ello, se prepararon actividades artísticas, servicios gratuitos de enfermeros y estilistas, juegos, alimentos preparados y no perecederos, kits de higiene personal, pañales desechables, entre otras cosas, para ayudar a suplir las necesidades de los residentes y de las instituciones.

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Este tipo de actividades son muy importantes porque ayudan a alcanzar a personas que cargan el dolor del abandono, el rechazo, la discriminación y hasta el maltrato. Además de sentir que solo les queda esperar para morir, como si su vida ya hubiese acabado. Pero a través de visitas como las que se realizaron con «Caleb Intercesor», no solo logran pasar un rato ameno, sino redescubrir que ellos tienen valor.

El alma no tiene edad

Aunque al pasar los años el cuerpo se vaya desgastando y las fuerzas físicas disminuyan, se les compartió que al entregarle su vida a Dios su alma nunca morirá, pues está escrito: «Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en Mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?» (Juan 11: 25-26).

Tras escuchar esta palabra, muchos abuelitos creyeron y decidieron bautizarse.

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Historias de esperanza

Uno de los voluntarios de Caleb en Atizapán expresó:

«Fue muy maravilloso el evento porque muchos de los adultos mayores tenían sentimientos negativos en contra de su familia por dejarlos ahí. Algunos llevan más de 7 años en el asilo, por ello estaban felices cuando los fuimos a visitar. Llevándoles una palabra de vida, logramos hablarles de la importancia de aceptar al Señor Jesús y del perdón. Al final nos agradecieron por tan bonita actividad porque nadie los visita, pero los tiempos de Dios son perfectos. El asilo esperanza de Atizapán quedó muy agradecido».

Conoce más sobre el Grupo Caleb Universal México 

En este grupo, innumerables personas han sido beneficiadas en todo el país a través del apoyo de los voluntarios y de los proyectos y actividades ofrecidas.

Para saber más sobre las acciones de este grupo, consulta en la Universal más cercana a tu domicilio.  

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