Cada día
«¡Oh, cuánto amo yo Tu Ley! Todo el día es ella mi meditación» (Salmos 119:97).
Las Palabras de Dios me hacen bien, penetran profundo en mi alma, saciando la sed de conocer Su Voluntad en mi vida, cada día más.
Por Ester Bezerra
«¡Oh, cuánto amo yo Tu Ley! Todo el día es ella mi meditación» (Salmos 119:97).
Las Palabras de Dios me hacen bien, penetran profundo en mi alma, saciando la sed de conocer Su Voluntad en mi vida, cada día más.
Por Ester Bezerra
comentarios