Abandone los malos hábitos

Las personas quieren envejecer con calidad, pero la mayoría no quiere sacrificar lo que es perjudicial para la salud

Incluso sin practicar actividades físicas o tener una alimentación saludable, las personas quieren envejecer con salud y calidad. Esa fue la constatación de la investigación ¿Cómo los brasileños lidian con el envejecimiento?, realizada por el Instituto Qualibest. Tomando en cuenta esa evidencia, es curioso pensar que muchas se preocupan por la salud, pero no quieren cambiar los malos hábitos para conquistar la longevidad.

El médico Leonardo Carius cuenta cuáles son los errores principales que las personas cometen actualmente: “Muchas personas no tienen límites. Duermen mal, comen por impulso y de manera equivocada y consumen medicamentos indistintamente. Vivimos en una generación que siempre está corriendo contra el reloj y, por eso, la comida rápida y los productos industrializados ganan”, constata.

Para la ginecóloga y obstetra Julia Barbi Melim Marques no sirve que la persona se preocupe por la longevidad si ella no cambia sus actitudes. “Suelo decir que con respecto a determinados malos hábitos tenemos que ser radicales, como el tabaquismo o cualquier otro vicio. En cuanto a otros hábitos, como la alimentación inadecuada, difícilmente logramos cambiarlas de la noche a la mañana. Es necesario identificar qué alimentos deben ser sustituidos de manera saludable y gradualmente y también incluir actividades físicas en el día a día que proporcionan placer y bienestar”, aclara.

Julia afirma que sin equilibrio no es posible conquistar resultados positivos. “El estado de ánimo y la salud emocional se reflejan en la salud física, en el comportamiento y en las relaciones. Es muy importante cuidar lo emocional para tener equilibrio interno”, dice.

Templo del Espíritu Santo

La Palabra de Dios dice en 1 Corintios 6:19-20 que el cuerpo del cristiano es Templo del Espíritu Santo: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.

Entonces, si usted tiene malos hábitos, está dando un mal testimonio de su fe. Además de eso, si no cuida el aspecto físico, ¿cómo puede cuidar su interior? “Cuando la persona es comparada por Dios, en la persona de Jesús, entonces, Dios hace de su cuerpo Su morada. Porque es Su morada”, dice el obispo Edir Macedo en su blog.

Él alerta que la buena salud física también es resultado de la salud interna. “Quien es inteligente cuida el interior más que el exterior, porque, cuando está bien internamente, también está bien externamente”.

El obispo Domingos Siqueira, responsable del trabajo de la Universal en Portugal, explicó que las personas, a veces, no consideran que sus acciones también son responsables de sus enfermedades. “Lo que sucede es que las personas suelen demonizar todo”.

Nosotros sabemos que el diablo es maldito, que él no sirve, pero, aceptémoslo, no todo es culpa de él. Si usted no cuida su salud, no hace ejercicio, se vuelve propenso a tener problemas de salud y se va a enfermar. Por ejemplo, existen personas que tienen diabetes y aun así continúan comiendo mucho dulce. Entonces, ¿es el diablo? No. La enfermedad es una consecuencia de una alimentación que no es adecuada”, alertó.

Es claro que siempre debemos pedir la ayuda de Dios. A final de cuentas, ¿cómo servir al Altísimo de la manera que Le agrada si nuestra salud no está bien? Aunque la Fe sea la prioridad porque se relaciona a todas las áreas de la vida, es importante mirar la manera en que usted está tratando su cuerpo. La fe es inteligente, hace que el verdadero seguidor de Cristo se mantenga saludable para conquistar una vida larga y, en especial, con calidad.

¿Cómo vivir bien?

Es importante entender que quien no tiene disciplina con la salud no está cuidando el Templo del Espíritu Santo (que es el propio cuerpo) y, consecuentemente, no está cuidando el alma ni es espíritu.

En su blog, el obispo Renato Cardoso dice que somos la combinación del cuerpo alma, espíritu y mente. “El vehículo del cuerpo es la salud; la del alma son los sentimientos; el del espíritu es la fe; y el de la mente es la inteligencia. Si usted quiere vencer sus guerras, superar sus adversidades, tener una vida completa, entonces desarrolle todo de usted”.

Entonces, ¿qué tal dejar la pereza a un lado y reservar un tiempo para hacer actividades físicas, preparar alimentos saludables, hacerse una revisión médica y participar en las reuniones que tratan la salud física y espiritual, los martes o viernes en la Universal? Participe. Para encontrar la dirección más cercana, haga clic aquí.

Participe los martes a la Reunión de Sanidad, especialmente a las 7 p. m., en el Templo de los Milagros, en Av. Revolución núm. 253, col. Tacubaya.