¿Y cuando vienen las dificultades?

¿Y cuando vienen las dificultades?

Por Dep. Web

Muchas personas piensan que lo más importante en esta vida son los bienes materiales, una buena posición o tener menos problemas, sin embargo, lo más valioso no viene de lo externo, sino de lo que llevamos dentro.

Por ello, durante el Santo Culto del pasado domingo 24 de agosto, el obispo Franklin Sanches explicó que para ser realmente una persona transformada desde el interior, es necesario recibir el Espíritu Santo, pues «solo Él cambia completamente la manera de ser, pensar y actuar» de una persona.

La importancia del temor a Dios

Además, el obispo habló sobre un hombre ejemplar, quien, pese a que poseía muchas riquezas, tenía como prioridad agradar a Dios con sus actitudes, es decir, era un ejemplo de integridad.

«Hubo un hombre en la tierra de Uz llamado Job. Aquel hombre era intachable, recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Le nacieron siete hijos y tres hijas. Su hacienda era de 7,000 ovejas, 3,000 camellos, 500 yuntas de bueyes, 500 asnas y muchísima servidumbre. Aquel hombre era el más grande de todos los hijos del oriente. Sus hijos acostumbraban ir y hacer un banquete en la casa de cada uno por turno, e invitaban a sus tres hermanas para comer y beber con ellos. Cuando los días del banquete habían pasado, Job enviaba a buscarlos y los santificaba, y levantándose temprano, ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque Job decía: Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en sus corazones. Job siempre hacía así» (Job 1:5).

Aunque él no tenía el Espíritu Santo, vivía con un profundo temor a Dios, que no es miedo, sino respeto y reverencia. Ese temor lo llevaba a ser honesto, fiel y cuidadoso en cada área: en su matrimonio, en sus negocios, en su trato con las personas y hasta en lo que les enseñaba a sus hijos. Más que dejarles bienes, Job les dejaba ejemplo.

¿Y cuando vienen las dificultades?

Las Sagradas Escrituras explican que el carácter y comportamiento de ese hombre era intachable, por ello, el propio Dios hablaba de él: «Y el Señor dijo a satanás: ¿Te has fijado en Mi siervo Job? Porque no hay ninguno como él sobre la Tierra; es un hombre intachable y recto, temeroso de Dios y apartado del mal» (Job 1:8).

No obstante, fue necesario que Job pasara por una situación difícil para probar su carácter. «Satanás respondió al Señor: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No has hecho Tú una valla alrededor de él, de su casa y de todo lo que tiene, por todos lados? Has bendecido el trabajo de sus manos y sus posesiones han aumentado en la Tierra. Pero extiende ahora Tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no te maldice en Tu misma cara. Entonces el Señor dijo a satanás: Todo lo que él tiene está en tu poder; pero no extiendas tu mano sobre él» (Job 1:9-12).

Pero cuando Job lo perdió todo, no se quejó ni maldijo; adoró a Dios. Eso revela que su fe no dependía de las circunstancias, sino que ese hombre realmente era siervo del Altísimo.

«A veces, la persona, al perder un trabajo, dice: “Ay, ¿por qué? Si yo hago esto y el otro, ¿por qué Dios lo permitió?”», comentó el obispo. Por esa razón, es necesario preguntarse: ¿Cómo reacciono ante las dificultades?

Te recomendamos: La muerte no avisa: ¿estarás listo?

  • Necesita convertirse
    Necesita convertirse

Ofrenda Online

comentarios

[fbcomments url="https://universal.org.mx/y-cuando-vienen-las-dificultades/" width="100%" count="off" num="3" countmsg="wonderful comments!"]