Traumatismo de corazón: más peligroso de lo que se escucha
Un traumatismo del corazón es una lesión provocada, por lo general, por golpes o lesiones de alto impacto en el área del tórax, lo cual lo convierte en una de las principales causas de muerte en el mundo, siendo pocos los pacientes que ingresan al área de urgencias con signos vitales.
Según el mecanismo que lo haya ocasionado, se clasifican en tres grupos:
Abiertas o penetrantes:
- Por proyectiles de arma de fuego
- Por armas punzocortantes
Cerradas no penetrantes:
- Caídas
- Golpes recibidos en peleas
- Accidentes de tránsito
Heridas iatrogénicas:
- Por catéteres
- Angioplastias
- Etcétera
“Entre los síntomas más frecuentes se encuentran hipotensión, taquicardia, pulso débil, entre otros. El paciente puede ingresar en estado de shock o asintomático. Este tipo de trauma puede ocasionar un taponamiento cardíaco. Los métodos como la radiología, fluoroscopia y ecocardiogramas son excelentes y eficaces para dar un diagnóstico certero”, comenta el Doctor Fernando Rodríguez Montalvo, de la Unidad de Politraumatizados del Hospital Dr. Domingo Luciani.
Por la zona en la que se da, el tratamiento más común recomendado por los médicos es la cirugía. La recuperación del paciente dependerá de la gravedad de la lesión.
“Por problemas del corazón, me quedé en silla de ruedas”
“Debido a un infarto cerebral, consecuencia de un traumatismo de tronco del corazón, quedé postrado en una silla de ruedas por tres meses.
Aunque me realizarían una cirugía riesgosa a corazón abierto, por pensar que no volvería a caminar y me quedaría para siempre ahí, me deprimí mucho, pues los médicos decían que reestablecerme sería muy difícil. Recuperar el 20 o 30 por ciento de la movilidad sería ganancia, pero sin medicina sería imposible.
‘¿Quedarme en una silla de ruedas? ¡Mi vida acabó aquí!’, pensaba triste y frustrado, además de que me la pasaba llorando. Un día, supe de la Universal y asistí buscando una solución para mi enfermedad. Al confiar en el poder de Dios, logré superar todo pronóstico negativo y hoy, después de un proceso, hago mi vida normal porque recuperé la movilidad de mis piernas”. José Dolores
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