Tecnologías apuntan cada vez más al sistema financiero descrito en Apocalipsis

Esto es lo que la Biblia dice sobre la «marca de la bestia»

«Un cristiano no puede oír hablar de pagos con chip porque ya dice que es la marca de la bestia». Comentarios como ese siempre aparecen en las redes sociales cuando el tema surge. Pero, demás de ser prejuicioso, este comentario no percibe una realidad: los pagos virtuales y la implantación de medios tecnológicos para eso (como los chips NFC) son cada vez más comunes entre las personas.

El problema general

Por ejemplo, en abril de este año, el Neuralink comenzó a buscar voluntarios que aceptaran que les fuera implantado un chip cerebral. Chips del tamaño de un grano de arroz —que funcionan por medio de tecnología NFC (Comunicación de Campo Cercano) o RDFC (radiofrecuencia)— son ampliamente difundidos por Europa desde mediados del 2015. Otra empresa famosa también implementó, en abril de 2021, un sistema de pagos realizado con un escáner que realiza la lectura de la palma de la mano del cliente en el supermercado.

Existen también formas de pago que utilizan el sistema de reconocimiento facial. Hace algunos años, en Asia, algunos ya dejaron de usar billeteras físicas para realizar pagos exclusivamente por medio de códigos QR y celulares.

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Además, bancos centrales de más de 40 países estudian la implantación de monedas digitales para cada gobierno llamadas Central Bank Digital Currency (CBDC).

¿Por qué este tema llama la atención de los cristianos?

La Biblia es clara sobre el control financiero del anticristo por medio de una «marca» (lee Apocalipsis 13.16-18). Quien tenga la «marca de la bestia» formará parte del sistema financiero, pero quien no lo tenga, podrá pagar hasta con su propia vida. Sobre eso, vale la pena destacar un pasaje bíblico.

Después de la Gran Tribulación, que será un periodo de dominio del anticristo, vendrá el juicio de Dios: «Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.» (Apocalipsis 20:4).

La justicia Divina recompensará a los que fueran martirizados durante la Gran Tribulación por no inclinarse ante el anticristo. Como premio, serán resucitados, y reinarán con el Señor Jesús por un milenio. Por la gran recompensa, podemos imaginar el alto precio que pagarán por su salvación.

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