Sugar baby: práctica aparentemente inofensiva, que conlleva riesgos

La vida de una joven estudiante puede ser difícil, principalmente, en el aspecto económico. A causa de eso, muchas se convierten en sugar babies para mantener el estilo de vida. El término en inglés es usado para caracterizar a alguien joven que se relaciona con personas más grandes y ricas para obtener regalos o dinero.

A pesar de lo que parece, la práctica no es considerada prostitución, porque la relación sexual no es obligatoria, a no ser que sea consensual. Pero eso no quiere decir que es menos arriesgada.

Podemos ver eso en la historia de Penny, habitante de Reino Unido, que inició la práctica para poder mantenerse mientras estudia. Ella duda mantener la relación su actual sugar daddy, la cual la deja un poco nerviosa. “Normalmente, bebo antes de una cita, para calmar mi mente. Eso me ayuda”, confesó en una entrevista para la BBC, donde prefirió no tener su verdadero nombre identificado.

Ella dice estar enfocada en tener dinero, pero no se preocupa por el impacto que eso tendrá en su salud. “No sé lo que estoy haciendo con mi vida. Tengo crisis, pero sé que [si yo hago esto] mi deuda por el préstamo estudiantil no crecerá aún más”, contó. Ella afirmó que no tiene una visión para el futuro, por eso será sugar baby aún después de graduarse.

Miles de jóvenes, en varios países, siguen el mismo camino que Penny. Existen sitios y aplicaciones para impulsar ese tipo de relaciones que están muy lejos de ser algo saludable.

Bendición y maldición

Por más que la práctica no sea considerada prostitución, puede ser su puerta de entrada. Podemos comparar a un adicto que pasa de las drogas ligeras a las más pesadas.

La Biblia alerta en Proverbios 14:12 que “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte”.

Además de eso, la misma Palabra también orienta que debemos huir de la apariencia del mal (lea 1 Tesalonicenses 5:22) y no se deje llevar por el corazón, que es engañoso (lea Jeremías 17:9).

En su blog, el obispo Edir Macedo explica que Dios, conociendo bien a la criatura humana, de forma justa y perfecta, ha colocado la bendición o la maldición en las manos de cada uno. Cada quien tiene el poder de elegir el bien o el mal, justamente para no tener a quien culpar.

Además de eso, la Biblia aclara que el camino de la bendición es el camino de la justicia, de la disciplina. Es un camino difícil y penoso porque contrarresta a la mayoría de este mundo. El Señor Jesús enseñó y ordenó:

“Entrad por la puerta estrecha… porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan” (Mateo 7:13-14).

En cambio, el mal camino es el más fácil. No hay sacrificios del deseo personal. Dinero fácil, vida fácil, todo es muy fácil. Pero el Señor también alerta:

“… porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella” (Mateo 7:13).

Consciente de esas enseñanzas, queda claro que quien opta ser una “sugar baby” o recorrer cualquier otro camino que no exija disciplina de la Palabra de Dios (la bendición), seguramente elegirá las facilidades porque el infierno las facilita (maldición).

Para aprender más sobre la Palabra de Dios, asista los miércoles y domingos al Centro de Ayuda Universal más cercano a su domicilio. Haga clic aquí y encuentre la dirección de la sede más cercana a usted.