Solo en el gran YO SOY

Nuestra redención viene de quiénes somos nosotros en Dios, no viene de lo que hacemos para Él
Nuestra alma encuentra la verdadera identidad y sentido para la vida. No podemos buscar autoafirmación en la carrera, en la familia, en el dinero, en la salud o en la belleza, porque todo eso pasará un día.
Nuestra redención viene de quiénes somos nosotros en Dios, no viene de lo que hacemos para Él.
Llegará un día en el que no tendremos capacidad física, motora o intelectual para producir mucho, y podremos ser sustituidos. Por eso, aunque nuestra función o nuestro trabajo cambie, que nuestra realización y deleite vengan solamente de la identidad eterna de hijos de Dios que poseemos.
Esta sí es preciosa, pues el tiempo, los hombres o la poca fuerza no la pueden robar jamás.
Yo me contento en mi Creador, y en Él hasta «en la cueva, en el pozo, en la prisión, en la caverna, en el lecho o en el campo de batalla», yo Lo alabo.
Por Núbia Siqueira
Santo Culto – Domingo de diciembre
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