Sepa lo que sucede cuando Dios es la prioridad para usted

Vea el recado del obispo Edir Macedo para los que hacen del Señor el primero en sus vidas

En un viaje misionero a Estados Unidos, el obispo Edir Macedo ministró una reunión especial enfocada a explicar la importancia de mantener a Dios en primer lugar. El encuentro se realizó en Miami, el domingo en la mañana.

“¿Cuál es la cosa o persona más importante que usted tiene en su vida?”, cuestionó el obispo. “Si Dios ha sido el primero en su vida, entonces, su vida es maravillosa. Tiene que ser maravillosa, bendita. Usted no tiene problemas económicos, no tiene problemas en su casa, con su familia. Y como Dios es el primero en su vida, usted también es el primero para Dios”.

El obispo explicó que cuando el hombre coloca a Dios en primer lugar, ya no hay más espacio para que los miedos, los problemas o cualquier mal entre a su vida. Esto es porque Dios también lo coloca en primer lugar.

En caso de que el hombre no Lo tenga como prioridad, no obstante, él se priva de la Gracia de Dios.

“Si Dios no es el primero en su vida, sepa una cosa: usted no tiene nada con Él. Y Él tampoco tiene algo con usted. Usted no puede cobrarle Sus promesas”.

Dios, en primer lugar, no tiene que ver con la religión

Durante la reunión, el obispo resaltó el siguiente pasaje bíblico:

“Aquel, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo” (Lucas 10:27).

La Biblia no dice sobre ser protestante, católico, espiritista o budista. Dice que es necesario amar a Dios de todo corazón. Así, el obispo explicó:

“Esto no se refiere a la iglesia, a la religión. Sino que se refiere al matrimonio, la alianza con Dios. Lo que tiene que suceder con usted es casarse con Él”.

Al establecer esa verdadera alianza con Él, usted Lo coloca en primer lugar en su vida. Al mismo tiempo, Él le ve como prioridad. A partir de entonces, ya no hay miedo que lo consuma o mal que lo venza. Lo que existe es una vida en abundancia, conforme a lo que la Biblia promete. Dios le da al hombre la paz tan necesaria.

Sin embargo, el obispo resalta que ese matrimonio no se basa en emociones, sino en la razón:

“Es muy importante que usted tenga el conocimiento de que la fe no tiene nada que ver con el sentimiento, con el corazón. Fe es espíritu, es mente. Dios es espíritu. Y, por ser espíritu, Él se comunica con nuestro espíritu, nuestra mente, nuestra inteligencia. Porque Dios es sabiduría”.