Reclusorio: el lugar donde los días parecen no pasar
Palabras de aliento, ayuda espiritual y un rico desayuno fue lo que dejó esta visita
La entrada a este lugar no respeta clase social, posición económica ni siquiera distingue color de piel o estudios académicos. Todos adentro son iguales, esperando la misma respuesta, esa que tanto anhelan y darían todo por tener: la fecha en la que saldrán en libertad. Las horas parecen no tener fin, es difícil distinguir entre la noche y el día, así es la vida dentro de un reclusorio…
La familia es el único apoyo, quien da fuerzas y ánimo, quien estará ahí pese a las tormentas, nieve o granizo, alguien quienes los reclusos desean abrazar. Pero, ellos también necesitan ánimos mientras su familiar cumple la sentencia…
Afortunadamente, existen grupos de ayuda como la UNP, subgrupo de la Universal que se dedica a visitar reclusorios y reformatorios, tal y como sucedió en días pasados en el Reclusorio Sur. Además de la atención espiritual y el apoyo, se les ofreció un rico desayuno a todos los que eligieron ese día para estar con sus familiares.
Lo que parecía ser una tarde más se convirtió en la esperanza de muchas personas que salieron agradecidas por la visita al entender que aun en el lugar más inimaginable. ¡Dios no los olvida!
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