¿Recibir la bendición o ser la propia bendición?
Cuando la persona es la propia bendición, dentro de él o ella vive el Espíritu Santo. Y si Él está adentro de un soltero, no hay espacio para que este se sienta solo o para que tome malas decisiones
Ahora bien, cuando una persona casada es la propia bendición, es decir si Dios está en su interior, es capaz de transformar a su pareja porque dentro de ella está el poder para eso. Cabe decir que esto no es algo forzado, se da a través de propósitos de oración, ayuno y, sobre todo, por medio del ejemplo.
Independientemente de tu estado civil, si quieres tener el Espíritu Santo es necesario que haya una entrega total de parte del candidato a recibirlo, no a medias.
Sin embargo, hay quienes su prioridad aún no es que Él habite en ellas, pues priorizan otras bendiciones, como material, que no es malo, pero estas no les darán la fuerza y las condiciones para poder vencer los obstáculos o desafíos diarios de esta vida.
Si quieres ser feliz en el amor, primero debes buscar tener una experiencia con Dios y, posteriormente, verás que eso te ayudará a tomar las decisiones correctas, como elegir a la persona que estará a tu lado por el resto de tu vida. De lo contrario, corres el riesgo de seguir equivocándote y, por consiguiente, sentirte frustrado.
En la Terapia del Amor, recibirás consejos prácticos, basados en la Biblia, para que encuentres la plenitud sentimental que viene de Dios. Te esperamos en cualquiera de los cuatro horarios.
Resuelve los conflictos en tu relación
El nivel de estrés de un matrimonio es como un vaso lleno de agua, cualquier cosa puede ser la gota que derrame el vaso. Lo mismo pasa en las relaciones, basta la mínima tontería para que empiece una discusión.
Así como llenar el vaso hará que tires el agua; para no destruir tu relación necesitas desahogarte, perdonar los errores del pasado, olvidarte de los sentimientos negativos, platicar y resolver los problemas antes de continuar. Sé inteligente. No pierdas tiempo en las cosas malas de tu matrimonio e invierte en lo que de verdad vale la pena.
“Mis novios ni me terminaban, solo desaparecían”
Elizabeth López
“Lloraba todas las noches y no dejaba de refugiarme en el alcohol por causa de la soledad y el fracaso sentimental. Así me mantuve durante 15 años…
Desde los 16 años, no tenía parejas estables, pensaba que con el alcoholismo podría olvidar todo, pero solo recordaba las cosas aún más. Quería una pareja estable, sin embargo, siempre se alejaban de mí y nunca supe por qué. Ni siquiera venían a mí para terminar la relación, solo desaparecían.
Aunque estuve en unión libre, mi pareja y yo peleábamos. Si él me decía algo, yo le contestaba, era el cuento de nunca acabar. Hubo un día que me dijo: ‘Ya me voy’ y yo le aventé un frasco de café…
Cuando supe de la Universal, le dije a mi pareja que fuéramos. Con el tiempo, los cambios en mi carácter empezaron a notarse, dejé de beber y llorar en las noches. Gracias a Dios nos casamos en la Terapia del Amor y nuestro matrimonio es muy bendecido. La felicidad en el amor existe”.
Sigue leyendo: “¿La persona ideal viene de Dios o nosotros la buscamos?”
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