¿Qué necesitas para ser feliz en el amor?

La Biblia registra un sinnúmero de milagros realizados por Jesús y podemos observar que, en muchos de ellos, estuvo la presencia de otros elementos durante el proceso de cura. Un ejemplo de eso es el lodo y el agua usados en la cura del ciego de nacimiento.

“Dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo” (Juan 9:6-7).

Cuando el ciego lavó sus ojos con el agua del Estanque de Siloé, sus ojos se abrieron inmediatamente.

Así también, por la fe, sucederá con todos los que usen el Agua Consagrada. De la misma forma en que los ojos del ciego se abrieron, tu visión en relación a la vida amorosa también se abrirá. A partir de entonces, podrás ver con claridad si la persona con quien tienes una relación o pretendes tenerla es adecuada para ti.

Tal vez, sigues soltero por no saber identificar las señales de que la persona no era la correcta para ti o siempre te involucras con personas equivocadas y eso te ha acarreado muchas frustraciones y decepciones.

Entonces, si deseas curar los traumas y las heridas causadas por esas decepciones y quieres aprender a poner en práctica el amor inteligente, asiste los jueves a la Terapia del Amor.

“Viví cuatro años las consecuencias de tener una relación destructiva”

“Las carencias económicas que pasábamos en casa hicieron que mis papás se alejaran poco a poco y se pelearan al punto de separarse.

Crecí queriendo encontrar el cariño que me faltaba en mi círculo familiar y me involucré con una persona que solo me hizo daño. Si bien al principio todo era muy bonito, con el tiempo me gritaba. Él era agresivo y posesivo, yo solo les hablaba a los amigos que él elegía.

El amor se convirtió en miedo. Muchas veces quise dejarlo, pero no podía, creí que me seguiría buscando, no sabía cómo quitármelo de encima. Ya llevábamos cuatro años juntos, por eso me pregunté si sería tiempo perdido. Creí que no había solución para mí y que era la vida que me había tocado, esa relación no me dejaba avanzar, ¡y yo lo sabía! Juntos no llegaríamos a ningún lado, así que me separé de él.

La Terapia del Amor fue mi último recurso. Era mi única oportunidad para ser feliz y, por medio de la fe, logré tener un cambio de vida. Sané mis heridas interiores, mi carácter cambió, mis papás están unidos y yo tengo una linda relación con un hombre de fe con el que estoy a punto de casarme.

Gracias a Dios, mi noviazgo es muy distinto a lo que sufrí en el pasado, nos valoramos, hay alegría, respeto y cariño”, Mireya Hernández.

Terapia del Amor
Este jueves participe en Av. Revolución 253, Colonia Tacubaya,
a las 7:30am, 10am, 4pm y
principalmete 7:30pm.