Godllywood Autoayuda: ¿Qué ha entristecido tu corazón?

Un año más terminó y apenas han pasado algunos días desde que el nuevo empezó; solo que, a diferencia de otras personas que comenzaron logrando sus objetivos y con la mejor actitud del mundo ante lo que vendrá, a ti te preocupa qué puedes hacer diferente para que este 2019 sea distinto del anterior. Pero, por todas las cosas en las que tienes que pensar y resolver, ese enemigo interior llamado ansiedad, hace que sientas un peso dentro del corazón.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los trastornos por depresión o ansiedad son problemas habituales que afectan la capacidad de trabajo y la productividad. Además, más de 260 millones de personas en el mundo tienen trastornos de ansiedad.

¿Cuáles son tus miedos? ¿Por qué tanta ansiedad sobre el futuro, familia, carrera, dinero, vida amorosa? Quizá, ante tantos problemas, te frustras fácilmente, te estresas, te amargas, te desanimas, desistes, dejaste de pelear por lo que quieres, lloras o te deprimes.

“La mayoría de las personas manifiesta una fe débil y emotiva, que se quebranta delante de la primera situación contraria. Por eso, enseguida comienzan a cuestionar, dudan y abandonan a Dios”, explica el obispo Macedo acerca de la confianza.

La Palabra de Dios dice en Proverbios 12:25 que: “La congoja abate el corazón del hombre; la buena palabra lo alegra”. Si vives estresado(a) o preocupándote por algo, tal vez deberías intentar poner aquello que te causa tanto pesar en manos de Dios.

De nada sirve que te amargues o reclames por lo que todavía no sucedió. Ser negativo(a) y decir que nada saldrá bien creyendo que naciste para sufrir y que para ti no hay solución, es herirte a ti mismo y demuestra falta de confianza en Él. ¿Por qué no mejor cambiar ese pensamiento a “todo lo que haga saldrá bien, aunque aparentemente no pueda suceder”?

Este 16 de febrero, a las 5 p. m., se llevará a cabo una reunión con todas las mujeres en el Santuario de la Fe, para que puedas resolver todas las ansiedades de tu corazón. No te desanimes, ni desistas, deja de vivir por lo que sientes y empieza a ver las cosas con ánimo.

Si en lugar de llorar o deprimirte te enfocas en qué puedes hacer para mejorar tu vida, tal vez tengas un mejor resultado que el que tienes ahorita