¿Qué es la verdad?
De las preguntas hechas por Pilato al Señor Jesús, durante Su juicio (Juan 18:38), esa es muy emblemática, justamente porque todo ser humano nace con un deseo latente por la verdad.
Por eso, no son pocas las veces que el hombre se topa con estas cuestiones, como por ejemplo: “¿Por qué existo?”; “¿De dónde vengo?”; “¿Hacia dónde voy?”, etc.
No sabemos cuál era el interés de aquel líder político al preguntarle “¿Qué es la verdad?” a nuestro Señor, pero el silencio de Jesús da a entender que Pilato no pretendía moldear su vida por las revelaciones divinas dichas por Él.
La prueba es que, a pesar de que el gobernador sabía que los procedimientos del juicio de Jesús eran ilegales, que las “pruebas” contra Él eran mentirosas, que los testigos eran falsos y que los líderes religiosos que lo llevaron a la prisión lo hicieron por envidia, aun así, Pilato no hizo nada.
Pero, a diferencia de Pilato, todos los que están sedientos por encontrar la Verdad descubrirán que esta no es un concepto filosófico y, mucho menos, una definición humana. No existe una verdad para mí y otra para usted, porque la Verdad es una Persona: Jesús. De ese modo, esta jamás cabría dentro de una descripción, esta no sufre cambios y no se inclina a la modernidad o las presiones de las situaciones adversas.
“He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener […]” (2 Crónicas 6:18).
Entonces, si ni el propio cielo de los cielos puede contener al Dios Eterno, ¿cómo Él puede contener la “verdad” dentro de los innumerables razonamientos intelectuales, que hay por ahí, las cuales se basan en el conocimiento humano y, por eso, son dudosas?
Termino con la siguiente reflexión: los que, como Pilato, se preguntan “¿Qué es la verdad?, pero, en el fondo, no tienen la sinceridad de buscarla, jamás lograrán oírla (Juan 18:37b). Esas personas ya tienen sus criterios, conceptos y principios y no están dispuestos a abandonarlos.
Para ellas, les queda el silencio y, por causa de esa decisión, continuarán en la ceguera completa al respecto de los valores eternos.
Usted no necesita continuar perdido, mientras pueda disfrutar la seguridad más extraordinaria: la Salvación de su alma.
Entre muchos beneficios, este es el mayor bien que la obediencia a la Verdad nos puede proporcionar.
¡Hasta la próxima semana!
Por Nubia Siqueira
comentarios