«Por envidia me arrojaron tierra de panteón» 

«Por envidia me arrojaron tierra de panteón» 

Por Departamento Web 2

«Empecé a ganar bien y, con eso, aparecieron las envidias. Desde que me tiraron tierra de panteón, comencé a sentirme enferma y deprimida; además, escuchaba voces, por las noches veía muertos y sentía tanto miedo que ya no podía dormir con la luz apagada. Pero eso no fue todo… Me fui endeudando con la tarjeta al punto que, de mi sueldo, solo me quedaban 5 pesos porque el banco me descontaba todo. En total, debía más de 100 mil pesos», contó María Cristina Ávila. 

Ella intentó salir adelante yendo de una casa de limpia a otra; incluso acudía a los brujos para desarrollar un supuesto «don» que tenía: «sin embargo, las cosas empeoraron tanto que parecía que me estaba volviendo loca. El banco me llamaba de madrugada para que pagara; amenazaban con quitarme la casa, pero ni siquiera era mía, les pertenecía a mis padres. Ya no aguantaba más, estuve a punto de quitarme la vida con una pistola. 

Por esa brujería, mi vida y la de mis hijos se fue abajo. Aunque ellos terminaron la universidad, durante 5 años no encontraban empleo». 

En su peor momento, Cristina acudió a la Universal, donde aprendió que su fe podía librarla del tomento que vivía: «fui obedeciendo lo que Dios me decía según Su Palabra. Así, los tormentos espirituales provocados por el mal se acabaron, después, prioricé recibir el Espíritu Santo», agregó. 

Continúa con: Domingo: el día del Señor

Muchos desconocen que todo aquel que recibe el Espíritu de Dios en su vida no puede ser tocado por el mal, de ahí la importancia de buscarlo. Por eso, Cristina colocó todo su ser en las manos del Señor para obtener este tesoro: «la comunión diaria con Él es lo que nos levanta y transforma; Su presencia me quitó la tristeza, angustia y desesperación. Con el Espíritu Santo me he vuelto alguien fuerte, y tanto mis hijos como yo hemos salido adelante económicamente. Sin Él, creo que no habría podido lograr nada», finalizó. 

Viernes de Liberación Espiritual

Es por eso que todos los viernes se lleva a cabo un encuentro cuyo propósito es ayudar a las personas que están siendo perjudicadas en uno o varios aspectos de su vida por una maldición y no consiguen tener tranquilidad.

No dejes pasar más tiempo y participa en la reunión de liberación espiritual. Te esperamos, especialmente a las 7 p. m., en el Templo de los Milagros, ubicado en Avenida Revolución núm. 253, col. Tacubaya, en la Ciudad de México. Pero si te encuentras al interior de la República puedes consultar en este enlace la dirección de la Universal más cercana a tu hogar.

¡Participa en este encuentro!

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